Un gigantesco incendio, al parecer intencional, arrasó el lunes el campo de refugiados de Moria, en la isla griega Lesbos poniendo en fuga miles de refugiados, sin que se hayan reportado víctimas.
“Entre tres mil y cuatro mil migrantes huyeron del campo para escapar a las llamas” indicó una fuente policial, la que precisó asimismo que el fuego “ha destruido casi totalmente” las tiendas que albergaban refugiados, mientras que contenedores utilizados como oficinas y también como viviendas resultaron dañados.
Cerca de 150 menores fueron evacuados del campo y trasladados a instalaciones especiales para niños en otra parte de la isla, informó la policía.
El informante dijo “no tener dudas” que el fuego fue iniciado por lo migrantes y en coincidencia con los seis meses –el martes– de los acuerdos migratorios entre la Unión Europea y Turquía que contempla enviar de regreso a ese país a los migrantes llegados a la UE después del 20 de marzo.
Los fuertes vientos registrados el lunes atizaron las llamas y los bomberos tuvieron problemas para intervenir porque al mismo tiempo se registraban incidentes y peleas entre grupos de migrantes de diferentes nacionalidades.
Los incidentes son frecuentes en este campo, donde están alojados cinco mil 650 refugiados, mientras que la capacidad de albergue es de tres mil 500, según estadísticas oficiales de este lunes.
La mayoría están bloqueados, ya que al no poder seguir viaje por los acuerdos UE-Turquía, han solicitado asilo en Grecia y una decisión puede demorar meses.
Desde la entrada en vigor de los acuerdos fueron reenviados a Turquía 502 migrantes, según las estadísticas conocidas.
Actualmente en Grecia hay cerca de 60 mil refugiados y migrantes, la gran mayoría de los cuales busca llegar a Alemania y a otros países occidentales de la UE, pero están impedidos de viajar después del cierre de las fronteras en los Balcanes y en Europa del este.
Las organizaciones de defensa de los derechos humanos han denunciado en reiteradas oportunidades las condiciones insalubres en estos campamentos.
La situación es especialmente crítica en Lesbos y en otras islas del Egeo cercanas a Turquía, donde llegan la mayor parte de los migrantes