El arzobispo entrante de Tijuana, Francisco Moreno Barrón, a su llegada a esta frontera reconoció la prioridad que esta pastoral da a los migrantes, lo que se traduce en nuevos retos y desafíos. Ante autoridades estatales y municipales, así como feligreses que se dieron cita en el denominado “bordo” o muro fronterizo, dijo que el apoyo de las diversas instancias de la sociedad supone no ver a los migrantes como un problema, sino con rostro humano.
Indicó que lo que más estorba en las relaciones son los muros y lo que más favorece es el encuentro y el diálogo que son los puentes, “necesitamos construir más puentes y derribar muros, esto no va en contra de las leyes de cada país”.
Moreno Barrón manifestó que la atención a los migrantes es una tarea de toda la comunidad, “uniendo esfuerzos podemos lograr maravillas, hay unos cuantos quijotes que van adelante atendiendo a estos hermanos peregrinos”. No es necesario, abundó, “que hagamos todo lo que ellos están haciendo, pero podemos colaborar desde nuestras instancias, nuestros hogares, desde nuestro corazón para que sea la promoción la atención al migrante”.
El titular de la Secretaría de Gobierno de la entidad, Francisco Rueda Gómez, en representación del gobernador Francisco Vega de Lamadrid, aseguró que esta administración tendrá una respetuosa cercanía con la nueva autoridad eclesiástica de la arquidiócesis. Externó la disposición del gobierno del estado “de trabajar juntos por Baja California; le deseamos que su trabajo al frente de esta institución religiosa sea de éxito, que sirva de la mejor manera a todos sus feligreses”.
En el evento, además de funcionarios del estado, estuvieron también el alcalde Jorge Astiazarán Orcí, y el todavía arzobispo Rafael Romo Muñoz, quien ahora tendrá el cargo de Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Tijuana.