POR ROBERTO GUILLEN
La vida es la farsa que todos representamos
Rimbaud
Me quedé con el bouquet de lo prohibido. Las páginas de Sanjuana Martínez nacieron marcadas con la pimienta de lo maldito-prohibido. Donde las Amantes del Poder son desenterradas por el mismo Feminismo.
Un ajuste de cuentas con aquellos amores siniestros del Poder que terminan por convertirse en una viva “pesadilla”, tal como así lo registra el taladrante periodismo que hace volar por los aires la farándula-frivolidad que la telebasura inyecta día tras día a un pueblo migajeado y con el futuro estrangulado:
“Somos la parte más frágil de un aberrante y autoritario experimento. Millones de mexicanos programados a un destino terrible. No tiene caso enumerar los errores y la locura que se nos viene encima. ¿ A quién debemos agradecer?
Sigo escuchando a los políticos, a los gobernantes, a los poderosos que los grandes días están por venir y me aterra saber que esto lo escucharon mis padres, mis abuelos, mis tíos, y todos en la guardia se murieron.”
Son las palabras de una mujer que decide contar la tormentosa historia de su vida, después de padecer la maniaquez violenta de quién fuera su marido durante 30 años.
Se trata del reconocido jurista Sergio García Ramírez, quien ha ocupado diferentes cargos como fiel soldado del PRI, entre los que destacan Procurador General de la República en el sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado.
La señora maltratada, María Gómez Rivera, encontró en la pluma del karma su oportunidad para desenterrar la farsa de los hombres en-el-Poder:
Me gustan los animales. Y amaba a mi perro Nilco. Sergio llegaba y lo pateaba. Nomás lo veía y se metía debajo de la cama. Un día le quiso dar una patada y le pegó a un librero y se fracturó un dedo del pie. A mi me dio un gran gusto. El tenía actitudes de una violencia tremenda. Y luego hubo mucha violencia física en la casa: conmigo y los niños. Ahí si fue cuando dije, se acabó, porque si no me iba a matar.
***
DE LOS ENREDOS CON SABOR A TELEVISA
El vibrante periodismo de Sanjuana Martínez nos recrea los enredos telenovelezcos de un Peña Nieto enjaulado en aquella verdad del ruso Chejov: con el tiempo la vida se convierte en una socarrona trampa.
Imagínense la vitalidad de la escena: supongo que el Tigrillo Azcárraga ya se frota las manos y se relame los bigotes por el culebrón que jamás pensó fabricar : La Mansión de la Gaviota:
– Júrame que jamás volverás a estar con ella – le dice.
Él evita la tormenta. Asiente. Quiere concluir la pelea.
Ella, sin embargo, continúa con sus pretensiones. Le exige de manera severa :
-Voy a hablar con ella y tú te vas a quedar aquí para que escuches lo que voy a decir.
Entonces le espeta a bocajarro a Maritza, que contesta de manera habitual su nextel:
– ¡Eres una puta! Eso que le hiciste a Mónica ahora me lo haces a mí. Pues quiero que sepas que Enrique está sentado aquí a mi lado para escuchar lo que te voy a decir.
La grabación de la conversación denota una voz ruda, un tono más agudo:
– Tu hijo es un bastardo – le dice elevando el volumen, casi gritando.
Maritza no contesta, la deja hablar. Angélica le hace una advertencia:
– Enrique me ha prometido que jamás volverá contigo. ¿Entendiste?
Como si fuera un diálogo de telenovela, Angélica insulta sin cortapisas a la amante de su marido. Sus frases parecen tomadas de un libreto de televisa.
– ¡Eres una puta! – le repite.
Y le recuerda el daño que le hizo a la anterior esposa Mónica Petrelini. Le deja claro algo tremendo y ofensivo relacionado con su hijo Diego, el hijo de ambos, el hijo que lleva el apellido Peña. Angélica no está dispuesta a aceptarlo.
A pesar de que sus tres hijas son de otro hombre y su marido las “adoptó” para formar una familia, rechaza a Diego. No permite la convivencia con sus medios hermanos. Resulta triste la mezquindad de una supuesta humanista Primera Dama, quien debería ser un modelo para las mujeres mexicanas.
***
UN DROGADICTO DEL PODER QUE SE ORINABA EN LOS PANTALONES
Después de que leemos la patética historia de la francesa Maude Versini, uno piensa que se tomó muy en serio la “filosofía” de su pariente Honorato de Balzac:Me avergüenza confesarlo, pero no concibo el amor en la miseria. Y hablamos de patetismo porque Sanjuana, como gran periodista que lo es, nos registra tanto los momentos dorados de la francesa que se ligó a esa espuma de la corrupción llamada Arturo Montiel, como la caída del marriage y el concomitante karma del ponte a llorar que ya te chingaste.
Bueno, con el dinero del señor Montiel uno se puede comprar hasta los sueños de la misma Fantasía. Recordemos la perentoria recomendación de Shakespeare el demiurgo: Basta que metas dinero en tus bolsillos.
Bueno, el caso es que a la Versini le fue muy mal con el dientón Montiel, una estrella que se apagó cuando el Padre de la Impunidad invocó a los Idus de marzo. Así pasa con todas las marionetas cuando les tijeretean los hilos: en los pantanos de la depresión manotean y manotean; por todo y por nada se empedan, hasta que terminan orinándose en los pantalones, para que los guaruras terminen sacando al caído en desgracia de aguilita.
Pero es preciso observar el revolver-periodismo de Sanjuana. Es decir, no se reduce a las acrimonias de la mujer despechada, sino que pone contra la pared a todos aquellos que también flotaron en la espuma de la corrupción y que con el tiempo se convirtió en una maldición:
– ¿Usted amenazó con revelar secretos sobre Arturo Montiel y su fortuna?
– Eso se chismeó. No es algo que yo hubiera dicho. Además hay prescripción. Eso pasó hace más de 10 años y aunque yo dijera cosas no le pasaría nada a Arturo Montiel.
– ¿Pero se sabrá la verdad? Aunque parece que aún así usted no quiere hablar de ese tema.
– No. ¿Qué me va a traer a mi? ¿Y mis hijos qué van a pensar?
– Desenmascarar a su padre. ¿No lo quiere desenmascarar?
– No. Lo tienen en adoración
– ¿Sabrán la verdad cuando sean más grandes?
– Quizá, no lo sé, la verdad. No sé que va a pasar. Mi batalla de hoy es recuperar a mis hijos, que no tengan huellas psicológicas…
***
EL MINISTRO DE HIELO QUE NO SENTIA NADA POR SUS HIJOS
El magistrado Góngora Pimentel era muy respetado en la Nación…hasta que el autismo de sus vástagos le congeló su tórrida felicidad que tejió con la moza que se ligó en un Vips. La gran Ilusión de la señora Ana María Orozco Castillo también se convirtió en “pesadilla”.
Pero al final del juego, podríamos decir compartida por un jurista Don Juan que también se estrelló con la fatalidad. Una cosa es preñar a las hembras y otra es cumplir mas allá de eso que llaman “el gasto”. Pero el respetado hombre de leyes no solamente le negó la manutención de los chavitos a su mamá, sino que urdió la telaraña leguleya para meterla al bote. Así de jodidas están las cosas en este país, donde el reconocido jurisconsulto se pavoneaba como el asesor jurídico del otrora candidato a la presidencia de república, Andrés Manuel López Obrador. Pero el pleito llegó hasta los micrófonos dela periodista Carmen Aristegui, quien obviamente prácticamente lo fusiló ante el paredón social de las ondas hertzianas, quedando el cachondo Góngora Pimentel, bien chamusqueado.
***
“ME DIJO MAS MENTIRAS QUE PINOCHO”
A continuación les presentamos el rompecabezas de una regiomontana muñeca rota:
Suspira, hace recuento de lo sucedido. De los peores y mejores momentos, de las casualidades de la vida. “En ese momento no lo piensas; ni si es político. Te involucras como en cualquier relación. Pero luego, de repente tienen poder y dinero y se les bota la canica. Se vuelven prepotentes. Se les borra el casete y agarran uno nuevo. Se supone que como políticos deberían decir la verdad. Pero son mentirosos. Viven de las mentiras. Este cabrón me vino a cambiar. Me llegue a enamorar. Pero Dios es demasiado grande, porque si yo no me hubiera dado cuenta, y hubiera seguido en esa relación, ahorita estaría en un hospital. Las personas no cambian, mejor hay que darle la vuelta. Hay que echarle ganas a la vida. El mayor problema de las mujeres es el tenerle miedo a un cabrón, porque piensan que aguantándose toda la vida, les v a ir mejor. Lo peor es dejarle fáciles las cosas a un hombre. Me chingaste, ahora te voy a chingar”
Palabras de una estrella del regaeeton from Televisa Monterrey que vio fulminada su estrella cuando se rompió el condón, por culpa de Aristóteles Sandoval, gobernador de Jalisco y empedernido picaflor que lo convierte en el hazmerreir de sus propios discursos que suele explayar cada vez que se trepa al templete:
Vamos ir a apoyar a la mujer decididamente porque creemos en ustedes, porque sabemos que una mujer es sinónimo de resultados, de honestidad, de trabajo, por eso queremos impulsar a la mujer para construir una mejor sociedad y poder entonces encontrar la paz y la tranquilidad que tanto anhelamos” And bla bla blah…
***
SALINAS, SIEMPRE SALINAS
El libro da cuenta de tres historias más como la de Luis Tellez, a quien su amante puso en apuros al revelar los pecados de su incontinencia verbal, como eso de que Carlos Salinas de Gortari se había robado la mitad de la partida secreta, que constaba de 400 millones de dólares.
También aparecen los enredos amatarios de Rosario Robles y Carlos Ahumada, ambos titiriteados por Salinas de Gortari para darle en la madre a López Obrador. Bien lo dice el perredista Bejarano, que la otrora prestigiada dirigente de la izquierda sufrió una deformación ideológica producto de sus mareos con el poder, el dinero y los placeres. Y tan deformada que al aparecer junto a Peña Nieto, en eso que llaman la cruzada contra el hambre, nos remite a esos rostros deformados del gran pintor inglés, Francis Bacón.
***
UN ADULTERIO DE MARQUESINA
Como bien lo describe la escritora Mónica Lavín, los hombres-en-el-Poder protagonizan un adulterio de marquesina, donde la esposa, generalmente una figura de porcelana, está en la vitrina de la oficialidad; la otra entre las sábanas de la pasión. La una supervisando las enfrijoladas de la merienda de los hijos, la otra comprando la ropa interior para el encuentro por la noche. Dos extremos de la misma ecuación.
***
SI ELLAS HABLARAN…
Después de su calamitoso encuentro con un nazi casinero al servicio de Felipe Calderón, así se expresa la abogada Talía Vázquez Alatorre:
Si las esposas y amantes de los políticos hablaran, México se derrumba.
La vida es la farsa que todos representamos
Rimbaud
Me quedé con el bouquet de lo prohibido. Las páginas de Sanjuana Martínez nacieron marcadas con la pimienta de lo maldito-prohibido. Donde las Amantes del Poder son desenterradas por el mismo Feminismo.
Un ajuste de cuentas con aquellos amores siniestros del Poder que terminan por convertirse en una viva “pesadilla”, tal como así lo registra el taladrante periodismo que hace volar por los aires la farándula-frivolidad que la telebasura inyecta día tras día a un pueblo migajeado y con el futuro estrangulado:
“Somos la parte más frágil de un aberrante y autoritario experimento. Millones de mexicanos programados a un destino terrible. No tiene caso enumerar los errores y la locura que se nos viene encima. ¿ A quién debemos agradecer?
Sigo escuchando a los políticos, a los gobernantes, a los poderosos que los grandes días están por venir y me aterra saber que esto lo escucharon mis padres, mis abuelos, mis tíos, y todos en la guardia se murieron.”
Son las palabras de una mujer que decide contar la tormentosa historia de su vida, después de padecer la maniaquez violenta de quién fuera su marido durante 30 años.
Se trata del reconocido jurista Sergio García Ramírez, quien ha ocupado diferentes cargos como fiel soldado del PRI, entre los que destacan Procurador General de la República en el sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado.
La señora maltratada, María Gómez Rivera, encontró en la pluma del karma su oportunidad para desenterrar la farsa de los hombres en-el-Poder:
Me gustan los animales. Y amaba a mi perro Nilco. Sergio llegaba y lo pateaba. Nomás lo veía y se metía debajo de la cama. Un día le quiso dar una patada y le pegó a un librero y se fracturó un dedo del pie. A mi me dio un gran gusto. El tenía actitudes de una violencia tremenda. Y luego hubo mucha violencia física en la casa: conmigo y los niños. Ahí si fue cuando dije, se acabó, porque si no me iba a matar.
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DE LOS ENREDOS CON SABOR A TELEVISA
El vibrante periodismo de Sanjuana Martínez nos recrea los enredos telenovelezcos de un Peña Nieto enjaulado en aquella verdad del ruso Chejov: con el tiempo la vida se convierte en una socarrona trampa.
Imagínense la vitalidad de la escena: supongo que el Tigrillo Azcárraga ya se frota las manos y se relame los bigotes por el culebrón que jamás pensó fabricar : La Mansión de la Gaviota:
– Júrame que jamás volverás a estar con ella – le dice.
Él evita la tormenta. Asiente. Quiere concluir la pelea.
Ella, sin embargo, continúa con sus pretensiones. Le exige de manera severa :
-Voy a hablar con ella y tú te vas a quedar aquí para que escuches lo que voy a decir.
Entonces le espeta a bocajarro a Maritza, que contesta de manera habitual su nextel:
– ¡Eres una puta! Eso que le hiciste a Mónica ahora me lo haces a mí. Pues quiero que sepas que Enrique está sentado aquí a mi lado para escuchar lo que te voy a decir.
La grabación de la conversación denota una voz ruda, un tono más agudo:
– Tu hijo es un bastardo – le dice elevando el volumen, casi gritando.
Maritza no contesta, la deja hablar. Angélica le hace una advertencia:
– Enrique me ha prometido que jamás volverá contigo. ¿Entendiste?
Como si fuera un diálogo de telenovela, Angélica insulta sin cortapisas a la amante de su marido. Sus frases parecen tomadas de un libreto de televisa.
– ¡Eres una puta! – le repite.
Y le recuerda el daño que le hizo a la anterior esposa Mónica Petrelini. Le deja claro algo tremendo y ofensivo relacionado con su hijo Diego, el hijo de ambos, el hijo que lleva el apellido Peña. Angélica no está dispuesta a aceptarlo.
A pesar de que sus tres hijas son de otro hombre y su marido las “adoptó” para formar una familia, rechaza a Diego. No permite la convivencia con sus medios hermanos. Resulta triste la mezquindad de una supuesta humanista Primera Dama, quien debería ser un modelo para las mujeres mexicanas.
***
UN DROGADICTO DEL PODER QUE SE ORINABA EN LOS PANTALONES
Después de que leemos la patética historia de la francesa Maude Versini, uno piensa que se tomó muy en serio la “filosofía” de su pariente Honorato de Balzac:Me avergüenza confesarlo, pero no concibo el amor en la miseria. Y hablamos de patetismo porque Sanjuana, como gran periodista que lo es, nos registra tanto los momentos dorados de la francesa que se ligó a esa espuma de la corrupción llamada Arturo Montiel, como la caída del marriage y el concomitante karma del ponte a llorar que ya te chingaste.
Bueno, con el dinero del señor Montiel uno se puede comprar hasta los sueños de la misma Fantasía. Recordemos la perentoria recomendación de Shakespeare el demiurgo: Basta que metas dinero en tus bolsillos.
Bueno, el caso es que a la Versini le fue muy mal con el dientón Montiel, una estrella que se apagó cuando el Padre de la Impunidad invocó a los Idus de marzo. Así pasa con todas las marionetas cuando les tijeretean los hilos: en los pantanos de la depresión manotean y manotean; por todo y por nada se empedan, hasta que terminan orinándose en los pantalones, para que los guaruras terminen sacando al caído en desgracia de aguilita.
Pero es preciso observar el revolver-periodismo de Sanjuana. Es decir, no se reduce a las acrimonias de la mujer despechada, sino que pone contra la pared a todos aquellos que también flotaron en la espuma de la corrupción y que con el tiempo se convirtió en una maldición:
– ¿Usted amenazó con revelar secretos sobre Arturo Montiel y su fortuna?
– Eso se chismeó. No es algo que yo hubiera dicho. Además hay prescripción. Eso pasó hace más de 10 años y aunque yo dijera cosas no le pasaría nada a Arturo Montiel.
– ¿Pero se sabrá la verdad? Aunque parece que aún así usted no quiere hablar de ese tema.
– No. ¿Qué me va a traer a mi? ¿Y mis hijos qué van a pensar?
– Desenmascarar a su padre. ¿No lo quiere desenmascarar?
– No. Lo tienen en adoración
– ¿Sabrán la verdad cuando sean más grandes?
– Quizá, no lo sé, la verdad. No sé que va a pasar. Mi batalla de hoy es recuperar a mis hijos, que no tengan huellas psicológicas…
***
EL MINISTRO DE HIELO QUE NO SENTIA NADA POR SUS HIJOS
El magistrado Góngora Pimentel era muy respetado en la Nación…hasta que el autismo de sus vástagos le congeló su tórrida felicidad que tejió con la moza que se ligó en un Vips. La gran Ilusión de la señora Ana María Orozco Castillo también se convirtió en “pesadilla”.
Pero al final del juego, podríamos decir compartida por un jurista Don Juan que también se estrelló con la fatalidad. Una cosa es preñar a las hembras y otra es cumplir mas allá de eso que llaman “el gasto”. Pero el respetado hombre de leyes no solamente le negó la manutención de los chavitos a su mamá, sino que urdió la telaraña leguleya para meterla al bote. Así de jodidas están las cosas en este país, donde el reconocido jurisconsulto se pavoneaba como el asesor jurídico del otrora candidato a la presidencia de república, Andrés Manuel López Obrador. Pero el pleito llegó hasta los micrófonos dela periodista Carmen Aristegui, quien obviamente prácticamente lo fusiló ante el paredón social de las ondas hertzianas, quedando el cachondo Góngora Pimentel, bien chamusqueado.
***
“ME DIJO MAS MENTIRAS QUE PINOCHO”
A continuación les presentamos el rompecabezas de una regiomontana muñeca rota:
Suspira, hace recuento de lo sucedido. De los peores y mejores momentos, de las casualidades de la vida. “En ese momento no lo piensas; ni si es político. Te involucras como en cualquier relación. Pero luego, de repente tienen poder y dinero y se les bota la canica. Se vuelven prepotentes. Se les borra el casete y agarran uno nuevo. Se supone que como políticos deberían decir la verdad. Pero son mentirosos. Viven de las mentiras. Este cabrón me vino a cambiar. Me llegue a enamorar. Pero Dios es demasiado grande, porque si yo no me hubiera dado cuenta, y hubiera seguido en esa relación, ahorita estaría en un hospital. Las personas no cambian, mejor hay que darle la vuelta. Hay que echarle ganas a la vida. El mayor problema de las mujeres es el tenerle miedo a un cabrón, porque piensan que aguantándose toda la vida, les v a ir mejor. Lo peor es dejarle fáciles las cosas a un hombre. Me chingaste, ahora te voy a chingar”
Palabras de una estrella del regaeeton from Televisa Monterrey que vio fulminada su estrella cuando se rompió el condón, por culpa de Aristóteles Sandoval, gobernador de Jalisco y empedernido picaflor que lo convierte en el hazmerreir de sus propios discursos que suele explayar cada vez que se trepa al templete:
Vamos ir a apoyar a la mujer decididamente porque creemos en ustedes, porque sabemos que una mujer es sinónimo de resultados, de honestidad, de trabajo, por eso queremos impulsar a la mujer para construir una mejor sociedad y poder entonces encontrar la paz y la tranquilidad que tanto anhelamos” And bla bla blah…
***
SALINAS, SIEMPRE SALINAS
El libro da cuenta de tres historias más como la de Luis Tellez, a quien su amante puso en apuros al revelar los pecados de su incontinencia verbal, como eso de que Carlos Salinas de Gortari se había robado la mitad de la partida secreta, que constaba de 400 millones de dólares.
También aparecen los enredos amatarios de Rosario Robles y Carlos Ahumada, ambos titiriteados por Salinas de Gortari para darle en la madre a López Obrador. Bien lo dice el perredista Bejarano, que la otrora prestigiada dirigente de la izquierda sufrió una deformación ideológica producto de sus mareos con el poder, el dinero y los placeres. Y tan deformada que al aparecer junto a Peña Nieto, en eso que llaman la cruzada contra el hambre, nos remite a esos rostros deformados del gran pintor inglés, Francis Bacón.
***
UN ADULTERIO DE MARQUESINA
Como bien lo describe la escritora Mónica Lavín, los hombres-en-el-Poder protagonizan un adulterio de marquesina, donde la esposa, generalmente una figura de porcelana, está en la vitrina de la oficialidad; la otra entre las sábanas de la pasión. La una supervisando las enfrijoladas de la merienda de los hijos, la otra comprando la ropa interior para el encuentro por la noche. Dos extremos de la misma ecuación.
***
SI ELLAS HABLARAN…
Después de su calamitoso encuentro con un nazi casinero al servicio de Felipe Calderón, así se expresa la abogada Talía Vázquez Alatorre:
Si las esposas y amantes de los políticos hablaran, México se derrumba.