El fenómeno de la migración no para, tan solo en los últimos cuatro meses incrementó de forma considerable, en esta zona pasan hasta 300 ilegales por semana, observándose familias completas.
Pero así como la migración no se detiene, tampoco la violencia e inseguridad hacía ellos, por lo que es necesario que el Estado otorgue “permisos de tránsito” para darles seguridad, afirmó el sacerdote Andrés Julián Verónica Fernández, coordinador de la Pastoral Social de la Diócesis de Córdoba.
A principios de año hubo semanas donde solo pasaba un migrante o ninguno, pero desde mayo el panorama nuevamente cambió y se notó mayor paso de migrantes.
Y es que también Veracruz se convirtió en un Estado de establecimiento temporal para los migrantes centroamericanos, ya sea para continuar su camino o retornar a su país de origen ante los hechos de violencia e inseguridad a los que se enfrentan.
El sacerdote estimó que de cada 10 migrantes, cinco se establecen en Veracruz por un tiempo, tratan de reunir dinero para seguir su camino pero no en tren, porque es el medio de transporte más inseguro, o bien, para retornar a su país de origen.
A la mayoría de los migrantes que llegan hasta la zona de Córdoba les va mal en su trayecto: son violentados en sus derechos, maltratados, asaltados golpeados, lo que a muchos desanima y optan por regresar, se acercan a la Iglesia para que los ayude, entonces se habla al Grupo Beta para que intervenga, contó el clérigo.
El presbítero mostró su preocupación porque a pesar de los foros que se realizan, tratados, y leyes migratorias, la violencia contra los ilegales no para, por lo que es importante que se presente una iniciativa de ley para que el Estado les otorgue permisos de tránsito y sea más fácil su camino, es lo que se puede hacer porque mientras en sus países no encuentren garantías ni soluciones a sus problemas el fenómeno de la migración seguirá.
De un paso aproximado de 850 migrantes que a diario pasaban en la zona en el lomo de “La Bestia”, actualmente son poco más de 250 los que logran o se arriesgan a subir al nombrado tren, debido al alto índice de robo y extorsión de lo que son objeto en su travesía por el estado de Veracruz, confió María Antonia Romero, integrante del grupo Las Patronas.