POR DANIEL BUTRUILLE
La Vía Ciudadana es un movimiento que agrupa a ciudadanos sin partido con el propósito de posicionarlos con mira a las elecciones del 2015 sobre un programa netamente ciudadano que irá dando a conocer poco a poco. Pretende demostrar que se puede ejercer el poder honestamente, que una administración pública puede ser transparente y eficaz, que las relaciones entre mandantes y mandatorios pueden ser armoniosas, y que se puede usar el presupuesto en forma eficiente para contribuir a disminuir la pobreza sin dadivas ni actitudes insultantes. En su nacimiento, la Vía Ciudadana levantó una inmensa esperanza y al mismo tiempo un profundo escepticismo. Esperanza de saber que no todos los ciudadanos son apáticos y agachados frente al espectáculo deprimente que nos ofrece día tras día la partidocracia en el poder. Esperanza porque la Vía Ciudadana ofrece una alternativa a los partidos que nos están llevando al desastre colectivo, en medio de la corrupción generalizada y de una impunidad que ha transformado a más de uno en un cínico sin remedio. Esperanza de ver los recursos públicos bien utilizados en vez de derrochados irresponsablemente y provocando endeudamientos vergonzosos, esperanza de ver acción decidida para acabar con los desvíos permanentes perpetrados por políticos y funcionarios sin escrúpulos. En una palabra, esperanza de regresar a una vida política decente. Pero también escepticismo por la dificultad de imaginar ciudadanos confrontados con las realidades del poder, corderos entre lobos, y con poco tiempo para resolver problemas heredados de pésimas administraciones. Escepticismo también por ver mezclados ciudadanos sin militancia en partidos políticos con otros que vivieron los combates políticos desde dentro de dichos partidos y que por diferentes motivos decidieron romper sus lazos para manifestar su inconformidad con los métodos utilizados por la clase política. Complica más cuando varios participantes a la Vía Ciudadana no dejan muy claro si rompieron o no las ataduras partidistas que alguna vez tuvieron. Complica todavía más cuando sin precaución ninguna algunos participantes externan opiniones ofensivas sobre compañeros o posibles adherentes o cuando se producen separaciones prematuras, fruto de mal entendimiento del significado de la propia Vía Ciudadana. La Vía Ciudadana tendrá resultados positivos y éxitos en sus acciones si, y solamente si, todos los que están de acuerdo para participar en esta estructura coinciden en los objetivos enumerados arriba y en muchos más que deberán agregarse en los próximos meses y los consideran como su bandera y su razón de combatir en el escenario político. La Vía Ciudadana tendrá resultados positivos y éxitos en sus acciones si todos aceptan que no existe una verdad única y buscan ser incluyentes y no excluyentes en sus pensamientos y acciones. La Vía Ciudadana tendrá resultados positivos y éxitos en sus acciones si todos aceptan que no hay una ideología única sino más bien objetivos comunes que constituyen la ideología por defender. Si no se entiende esto, no habrá Vía Ciudadana y no habrá participación ciudadana exitosa para combatir a la partidocracia. butruilled@hotmail.com
