Me llamo Alejandro Covarrubias. Soy publicista, eso estudié. Desde enero de este año gracias a la invitación de un amigo conocí al Lic. Ignacio “Nacho” Zapata (Q.E.P.D.), gran luchador social de prestigio en Nuevo León. Él tenía un proyecto llamado Casa de los Movimiento Sociales en donde le prestaban oficina a asociaciones civiles para que tuvieran donde sesionar y tener un lugar fijo. Él me form…ó en estos meses como activista, como manifestante, como “ciudadano encabronado” con el sistema en largas charlas tomando café y el pan de las 5:30 PM. Anduve para arriba y para abajo aprendiendo de él, tratando de aprender de él. Me dió muchos consejos ¡muchos!. Me abrió los ojos en tantos sentidos que hoy ya no soy el mismo inocente de hace unos meses. También me advirtió de los sinsabores de andar metido en cosas relacionadas con la política, de las envidias y de las traiciones. Me dijo algo que no podré olvidar nunca en momentos en los que recibía mi primer fuego amigo: “No Alejandro, tienes que hacerte una piel gruesa de este vuelo porque si no está bien difícil. Cuando uno sinvergüenza hace las cosas por otros motivos que no sea la lucha social, por dinero o por poder pues las críticas se le resbalan. Pero cuando lo hacemos por convicción, por servicio pues lamentablemente los ataques pegan en lo moral porque te preguntas ¿por qué me atacan si lo hago por hacer el bien? y eso para el activista que no esté preparado, lo tumba moral y anímicamente.” Gracias a esas palabras, que en su momento no comprendí, hoy sólo veo pasar los intentos de golpearme y golpear a nuestro grupo así, como meros intentos. Lo que cuenta ES EL TRABAJO y ese habla por si solo. Gracias a Dios, ese grupo es más que de trabajo. Es verdaderamente un grupo de AMIGOS quienes nos apreciamos, nos queremos, nos respetamos y hasta nos defendemos. Eso me hace fuerte, eso nos hace fuertes. Compañerismo, lealtad, amistad sincera, honestidad y comunicación total ¡honestidad! Personas que de verdad tenemos convicción de lucha social, de ayuda al prójimo. Gracias Nacho por tus consejos y por tu ejemplo de lucha e incorruptibilidad. Gracias por esa confianza que depositaste en mi y en nuestro proyecto. No te voy a defraudar. No te vamos a defraudar.