El titular de la Secretaría del Migrante del Estado de Michoacán, José Luis Gutiérrez, consideró que existen entre 35 mil y 50 mil menores de edad que podrían haber retornado al Estado en los últimos años, y que serán beneficiados con trámites de doble nacionalidad.
De acuerdo con el funcionario estatal, como resultado del alto número de connacionales deportados o simplemente porque la situación laboral se ha complicado para personas indocumentadas, se ha elevado el número de menores de edad que, junto con sus familias, regresan a Michoacán, sin tener documentos que puedan avalar la doble nacionalidad de los niños y jóvenes, quienes ostentan este estatus migratorio, pero no conocen de él.
Como ejemplo de esto, refirió que, en reciente visita que realizó a Cheranástico, encontró que el 10 por ciento de los menores del lugar son ciudadanos estadounidenses, “pero además no tenían su pasaporte”.
Por ello, el funcionario estatal se ha dado a la tarea, junto con los ayuntamientos y la Secretaría de Educación en el Estado, de acercar a los menores a la Embajada Estadounidense para que adquieran su pasaporte, además de que obtengan documentos que los acrediten como “ciudadanos connacionales”.
Añadió que, a la par de esta actividad, harán una campaña de concientización para que las familias con hijos nacidos en suelo norteamericano regularicen el estatus migratorio de los niños y jóvenes, con el objetivo de que no pierdan la doble nacionalidad.
En referencia a los migrantes que han retornado a Michoacán, dijo que son varios los motivos, principalmente porque se han recrudecido las normas en cuanto a la contratación de extranjeros, lo que desmotiva a varios y regresan al país.
Dijo no tener la cantidad exacta de personas que se encuentran en esta situación; sin embargo, consideró como urgente trabajar en sinergias que les permita emplearse y con ello lograr un sustento para sus familias.
Entre las acciones que tienen contempladas, recordó la intención de instaurar un banco migrante que les permitirá generar un fondo de ahorro para su retorno, dar créditos en caso de que quieran emprender un comercio o bien para que las remesas fueran más benéficas para las familias que reciben dinero desde Estados Unidos.
No obstante, reconoció que dicho proyecto está estancado debido a que el capital semilla para echarlo a andar ronda los 600 millones de pesos, recurso con el que no cuenta el Estado ni la Federación, por lo que analizan otras alternativas que les permitan sacar adelante la banca migrante.