Hace siete años regresó a la comunidad de Santa Rosa 30, en Tlaltizapán, con grandes preocupaciones, con la edad encima y con la frustración a cuestas de haber sido deportado. Hoy la vida de Raymundo Basilio de la Cruz dio un giro de 180 grados tras haber recibido una llamada telefónica que le anunció que había obtenido su pensión norteamericana.
Con 64 años de edad, don Raymundo hasta hace unos días se había dedicado a vender productos de limpieza para el hogar. “De esos que aprende uno a hacer, así me ganaba la vida. Hay que trabajar para comer”, refirió sin amarguras y resignado a sobrevivir conforme pueda, luego de ser deportado del país del norte.
El señor Raymundo Basilio trabajó durante 18 años de su vida empacando pollos en Carolina del Norte, Estados Unidos, pero por circunstancias que prefiere omitir fue deportado. De esta manera regresó al poblado de Santa Rosa 30, lugar de donde partió, aunque su origen es guerrerense.
Se acercó a un abogado para pedirle ayuda y ver qué se podía hacer para recibir algún apoyo de su antiguo trabajo; pero éste en el primer momento le pidió dos mil 500 pesos, después le dijo que le tendría que dar dos mil más para “otros trámites” e incluso pagarle su gastos para ir al país vecino, situación que desanimó por completo a Raymundo, quien finalmente le comentó: “Deje eso por la paz”.
Pero hace unos meses se enteró de que en Jojutla, específicamente en el Ayuntamiento, había una oficina donde le podían ayudar, por lo que acudió a la Dirección de Asuntos Migratorios, donde le pidieron llevar consigo su número de seguridad social de Estados Unidos, comprobar que había trabajado al menos diez años en alguna empresa o fábrica, excepto en el campo, entre otros documentos.
Tras tres meses de trámites gratuitos, quedó resuelto su caso, se cristalizó el sueño de Basilio de la Cruz, quien hoy cuenta con una pensión digna que le será depositada mensualmente y le permitirá vivir sin preocupaciones económicas el resto de su vida.
Don Raymundo quiso pasar a ver al presidente municipal, Alfonso de Jesús Sotelo Martínez, a quien agradeció el “tener ese tino y poner cada cosa y a cada quien en su lugar; que bueno que hay esta oficina y gente honestas como Hermilio y el regidor Paco Espín. Esto habla de que usted tiene buen equipo y que debe ser igual que ellos, porque los buenos se juntan con los buenos”.
En respuesta, el alcalde Alfonso Sotelo dijo a don Raymundo que no habría nada que agradecer y que estas son las cosas por las que vale la pena seguir luchando. Así mismo recordó que recientemente se firmó un convenio con la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) del Morelos para fortalecer este tipo de gestiones y ayudar al mayor número de personas.
Cabe destacar que en este momento el Ayuntamiento de Jojutla lleva a cabo cuatro casos de este tipo con un avance significativo, por lo que muy pronto a cuatro familias más les cambiará la vida.