Washington busca una coordinación más estrecha con varios países deAmérica Latina para hacer frente a un aumento en la cantidad de inmigrantes procedentes de Asia, África y Oriente Medio, que estarían intentando llegar a Estados Unidos desde el sur por arduas rutas por avión, barco y a pie a través de la selva.
Agentes estadounidenses desplegados en un centro de inmigración en la frontera con México en el sur han investigado a más de 640 inmigrantes de países fuera del continente americano detenidos en el recinto desde octubre del 2015, según documentos del Departamento de Seguridad Nacionalrevisados por Reuters.
Los inmigrantes a menudo vuelan a Brasil, obtienen pasaportes falsos allí e ingresan ilegalmente a Panamá antes de dirigirse a través de América Central hasta la porosa frontera con México en el sur, de acuerdo a las transcripciones de 14 entrevistas realizadas en el centro y otros documentos internos a los que Reuters tuvo acceso.
Los hallazgos de los agentes estadounidenses coinciden con datos de inmigración mexicanos que muestran que 6,342 migrantes de Asia, África y Oriente Medio fueron aprehendidos tratando de entrar a México en el primer semestre de este año. Esto representa un aumento desde los 4,261 en todo el 2015 y de 1,831 en el 2014.
Las detenciones en la frontera con Estados Unidos sugieren la misma tendencia. Entre octubre del 2015 y mayo del 2016, agentes detuvieron a 5,350 inmigrantes africanos y asiáticos en la frontera suroccidental. Esto representa un aumento desde los 6,126 en el año fiscal 2015 y de 4,172 en el año fiscal 2014.
Las preocupaciones en Estados Unidos sobre los riesgos para la seguridad de los inmigrantes que usan la ruta del sur han aumentado en los últimos años, tras una serie de ataques en Occidente inspirados en Estado Islámico y por el aumento de los refugiados sirios que huyen de la guerra civil de ese país.
Cinco ciudadanos sirios detenidos en Honduras en noviembre pasado formaban parte de un grupo más amplio de siete sirios que adquirieron pasaportes falsos en Brasil y luego cruzaron por tierra hacia Argentina en su camino hacia el norte, dijo una fuente del Gobierno estadounidense familiarizada con ese caso.
No hubo evidencia que sugiriera que los hombres eran milicianos.
“La realidad es que la gran mayoría de las personas que México detecta, que vienen desde afuera del continente, acabarán finalmente en nuestra frontera”, dijo un funcionario de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.
En el campo de detención en Tapachula, cerca de la frontera de México con Guatemala, agentes de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos han estado entrenando a sus pares mexicanos sobre técnicas de interrogatorio y usando bases de datos criminales estadounidenses para investigar a detenidos, según documentos internos vistos por Reuters.
Entre dos y tres agentes estadounidenses han estado apostados allí desde al menos octubre, mostraron los documentos y dijeron funcionarios estadounidenses. Funcionarios mexicanos se enteraron previamente de la presencia de agentes de Estados Unidos en la frontera sureña de México, pero se han reportado pocos detalles de la cooperación.
La Aduana y Patrulla Fronteriza de Estados Unidos comenzó un programa piloto para una operación similar en Panamá a principios del año fiscal, según un memo interno enviado en mayo que no ha sido reportado anteriormente.