Rancheros del sur de Arizona que muchas veces encuentran narcotraficantes y otros peligros ahora tienen un recurso para pedir ayuda en emergencias: radios de la policía que los conectan directamente con el teléfono 911 para estos casos.
A la fecha, 31 rancheros de la frontera entre México y Arizona han recibido los nuevos radios de la Oficina del Jefe de Policía del Condado Cochise.
El jefe policial Mark Dannels los consiguió a través de una recaudación privada, en un esfuerzo por mejorar la seguridad de las áreas rurales que con frecuencia carecen de buena recepción para celulares. Dijo que el asesinato del ranchero Rob Krentz en el 2010 derivó en un aumento de las medidas de seguridad y la comunicación entre los rancheros y las autoridades, que creen que contrabandistas de drogas lo mataron a balazos.
El jefe policial dijo que es importante que los rancheros tengan una manera de comunicarse con las autoridades cuando sea necesario.
“No creo que haya una mejor manera de vigilar la comunidad”, dijo Dannels.
La oficina del jefe policial también tiene un equipo dedicado a patrullar zonas de haciendas y un grupo asesor formado por rancheros y agentes del orden.
John Ladd, cuya finca familiar queda a unos 16 kilómetros (10 millas) de la frontera con México, dice que los radios le serán útiles cuando esté en partes remotas de su rancho.
Ladd dijo que el panorama de la inmigración no autorizada ha cambiado mucho en la última década. Dijo que solía ver cientos de inmigrantes en sus terrenos todos los días, pero que esa cantidad ahora ha bajado a casi cero. En vez de eso, ahora los que pasan por su rancho son contrabandistas de drogas y sus secuaces. Han robado su casa incontables veces, agregó.
“Si vives en una zona rural, ésa es tu preocupación todos los días”, puntualizó Ladd. Es necesario percatarse de que “ya no puedo simplemente entrar a mi casa. Tengo que mirar alrededor y ver que está pasando”.
El contrabando humano y de drogas en el Sector Tucson, que incluye la mayor parte de Arizona, ha bajado significativamente. En el año fiscal 2011 hubo más de 123.000 inmigrantes detenidos; para el 2015, esa cifra había caído a poco más de 63.000