Casi uno de cada tres niños hispanos en Texas se alimenta de manera deficiente, según los datos más recientes del Centro de Prioridades por Políticas Públicas.
El 31 por ciento de los niños hispanos en el estado presentaron condiciones de malnutrición en su dieta, de acuerdo al reporte del 2016, denominado Estado de Texas, Raza y Equidad. A nivel local, las estimaciones del estudio y los datos del Buró del Censo de Estados Unidos coinciden en que al menos 77 mil menores se alimentan de manera deficiente.
A nivel estatal, hay más niños de familias hispanas que de cualquier otro grupo étnico. Para finales del 2015, había aproximadamente 4 millones de niños considerados hispanos en el estado, de los que más de un millón estaban malnutridos, según el reporte. El estudio publica que el crecimiento poblacional de niños hispanos en Texas se disparará en las próximas décadas.
Para el año 2050, según la tendencia de crecimiento, la población de niños de familias hispanas será de 5.6 millones. Muy por encima de los 2 millones de anglosajones proyectados, los 800 mil niños afroamericanos y los 742 mil asiáticos y pobladores de otras razas.
En Texas la mayor cantidad de niños mal alimentados es de hispanos. De los 2.3 millones de niños anglosajones en el estado, por ejemplo, 391 mil se consideran malnutridos, de acuerdo al reporte.
El porcentaje más grande de niños malnutridos está entre los afroamericanos con cerca de cuatro menores de cada 10, según el Centro de Prioridades por Políticas Públicas.
Las condiciones alimentarias de los niños están asociadas a ciertos factores, tales como los ingresos económicos, empleos fijos, vivienda y áreas de residencia.
Según el reporte, el 33 por ciento de los niños hispanos vive en condiciones de pobreza a nivel estatal. El 32 por ciento de los de niños hispanos tienen padres que durante el año no han trabajado tiempo completo. Las cifras sobre empleo y pobreza son las registradas en el 2014 en Texas.
Entre los años 2008 y 2014, el porcentaje de niños hispanos en condiciones de pobreza se ha mantenido con pocas variantes.
De acuerdo a la organización Feeding America, las familias que se enfrentan a inseguridad alimentaria sufren un intenso estrés. Muchas familias pobres se ven regularmente obligadas a elegir entre pagar comida u otros artículos.
Las familias reducen las cantidades de sus comidas y los padres a veces se saltan alguna de ellas para que sus hijos puedan comer, publicó la organización sin fines de lucro.