Ciudad de México, 26 de julio (SinEmbargo).– El Presidente estadounidense Barack Obama convocó el día de ayer a sus similares de Guatemala, Otto Pérez Molina; El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; y Honduras, Juan Orlando Hernández, sólo para reafirmarles que los menores no acompañados que viajen desde sus países y crucen la frontera sur de Estados Unidos serán repatriados si no tiene “motivos adecuados” “Tenemos que contener la afluencia de niños que se ponen a sí mismos y a sus familias en una situación insegura”, agregó Obama, que además advirtió que Estados Unidos “no es sólo un país de inmigrantes”, sino también “una nación de leyes”. Las autoridades federales, han detectado un espectacular aumento de las entradas ilegales de niños que viajan solos, muchos de ellos de menores de 12 años, y calculan que 2014 cerrará con un récord de más de 60 mil niños indocumentados. En este contexto, Gallup publicó en días recientes una encuesta en la que da cuenta de que uno de cada seis estadounidenses, es decir el 17 por ciento, considera a la inmigracion como su preocupación primordial. En junio esta cifra era del 5 por ciento. De acuerdo con el sondeo de opinión de la firma, la inmigración no preocupaba tanto a los estadounidenses desde 2006, cuando el Congreso se encontraba en pleno debate sobre la Reforma Migratoria durante el gobierno de George W. Bush. Esta reforma fue una de las promesas de campaña de Obama antes de asumir su primer mandato presidencial. El Presidente de EU repitió en su discurso sobre el Estado de la Unión la misma promesa. Sin embargo, la mayoría republicana en la Cámara de Representantes ha impedido a Obama pasar esta legislación. La Reforma Migratoria que propone Obama fue adoptada en junio de 2013 en el Senado, de mayoría demócrata, sin embargo quedó bloqueada en la Cámara de Representantes hasta después de las elecciones legislativas de noviembre. Ante esta negativa Obama anunció que después del verano utilizará sus poderes ejecutivos para reparar el sistema migratorio. Obama pidió además al Congreso 3 mil 700 millones de dólares para paliar la crisis migratoria aumentando la vigilancia en la frontera y ampliar los recursos en los centros donde se detiene a los menores centroamericanos. Sin embargo, algunos congresitas republicanos han condicionado la aprobación a que se modifique dicha ley. Gallup precisó que por afiliación política, los republicanos (25 por ciento) se muestran más preocupados por la inmigración que los demócratas (11 por ciento). Este asunto también preocupa más a los estadoundienses mayores que a los jóvenes. Los encuestados se muestran, sin embargo, divididos a la hora de responder qué partido político sería capaz de resolver mejor el tema de la inmigración. El 35 por ciento cree que el partido republicano y la misma cifra considera que el partido demócrata lo haría mejor. El 16 por ciento de los estadounidenses también se muestran insatisfechos con el gobierno, el Congreso y los políticos. Gallup advierte que el hecho de que la inmigración se haya convertido en el asunto que más preocupa a los estadounidenses podría tener un efecto en las elecciones legislativas de noviembre, en las que se renueva la totalidad de los 435 miembros de la Cámara de Representantes y un tercio de los cien escaños del Senado. “Aunque la cifra del 17 por ciento de estadounidenses que cita la inmigración como el principal problema no es muy alto en números absolutos, el hecho de que este asunto preocupe a los republicanos y los estadounidenses mayores -ambos grupos que los republicanos necesitan que salgan en masa a votar- puede ser crucial en el resultado” de los comicios, señala Gallup en un comunicado.
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