Desde una perspectiva histórica, conocemos que Estados Unidos de Norteamérica es una Nación de inmigrantes; su base poblacional (caso aparte los indios iroqueses, cherokees, cheyenes, comanches, apaches y demás “pieles rojas”) fue la raza sajona o, más propiamente, anglosajona: británicos e irlandeses quienes por motivos económicos o religiosos se trasladaron al Nuevo Mundo estableciéndose inicialmente en la costa oeste del amplio territorio, formando al paso del tiempo los primeros trece (colonias) estados que conformaron la Nueva Inglaterra en 1776, parte de lo que, en 1783, sería una Nación independiente a la que seguirían anexiones, tratados, cesiones y compras de colonias, territorios e islas con sus habitantes originarios, y con los que fueron extendiendo su superficie hasta hacerla tan vasta que ahora es uno de los tres países más grandes del mundo con China y el Canadá.[1]
NUEVA ORLEÁNS[2] (1821).- “Nueva Orleáns es una ciudad habitada por restos pequeños de antiguas familias españolas, una mitad de la población de negros y cuarterones y el resto de americanos del Norte, que, como se sabe, son un compuesto de hijos y descendientes de ingleses, alemanes, irlandeses y otros pueblos de Europa.“
“El mercado es la Torre de Babel, porque allí se oyen negros, mulatos, franceses, españoles, alemanes y americanos pregonando sus mercancías en idiomas diferentes” (Zavala, 1991, págs. 135-137)
NUEVA YORK [3] (1831).-“El Estado de Nueva York tiene una población de dos millones de habitantes. En la ciudad hay más de cien templos o capillas de diferentes cultos; entre éstas se encuentran dieciocho episcopales, veinticinco presbiterianas, veinte metodistas, diez y nueve anabaptistas, cinco católicas y el resto de cuáqueros, unitarios y demás sectas. Nueva York tiene al pie de doscientos veinte mil habitantes”
“La ciudad tiene una forma irregular, y las calles son generalmente torcidas. Hay, sin embargo, algunas que pueden competir con las mejores de Londres y París. Tales son Broadway, que divide la ciudad y corre de noroeste a sudoeste por cerca de cuatro millas, de más de ochenta pies de ancho, con embanquetado de piedra labrada, a lo menos de seis pies y hermoseada por edificios bellísimos, tiendas, almacenes y cuánto hay de más brillante en Nueva York (. . .) Broadway es el lugar en que se pasean todas las gentes mejor vestidas, las damas, los petrimetres, los extranjeros: es al mismo tiempo alameda, calle y paseo. Más concurrida que Regen’s Street de Londres, más aseada y bella que los Bulevares de París; más regular y larga que la calle de Alcalá de Madrid.”
(. . .)
“La ventajosa situación de Nueva York, y más que todo el sistema de libertad sin restricciones mezquinas de pasaportes, bajo la protección de leyes justas y sabias, con absoluta libertad de cultos, ha conducido a esta ciudad a un grado de prosperidad y de grandeza en cuarenta años, que es hoy la metrópoli del Nuevo Mundo.”
“De Nueva York salen paquetes regulares, tres o cuatro veces al mes, para Liverpool, Londres, Havre, Nueva Orleáns, Charleston; y otros, no tan regulares y frecuentes, para Veracruz, Jamaica, Habana y Costa Firme(. . .) Siempre es mucho mayor el número de pasajeros al regreso de Europa, especialmente de las gentes pobres que emigran. No hay paquete que deje de llevar de cuarenta a cincuenta emigrados, que van a buscar a las Américas tierras, trabajo y libertad.
La mayor parte de los habitantes de Nueva York y del Estado, son descendientes de holandeses. Conservan sus usos, costumbres y en muchas partes el idioma. De aquí proviene que la mayor parte de las casas estén pintadas de colores vivos, lo que da a la ciudad y poblaciones más pequeñas un aire de alegría que agrada al viajero”
“En la ciudad de Nueva York hay un considerable número de negros y gentes de color,…” (Zavala, 1991, págs. 144-153)
En la antigua Nueva York se construyó, en el extremo norte, una muralla que atravesaba la isla para proteger a la ciudad de la amenaza de los indios, que es ahora la calle de la pared, Wall Street, sitio del actual centro financiero de Estados Unidos. Y de norte a sur, Long Highway, ahora Broadway, la calle famosa por sus teatros.
FILADELFIA (1830).- “Esta gran ciudad fundada por Guillermo Penn, habitada al principio por unas cuantas familias cuáqueras (. . .). Esta célebre secta, fundada por Jorge Fox en el siglo diez y siete en Inglaterra, tuvo por objeto seguir estrictamente, y al pie de la letra, las doctrinas del Evangelio (. . .) de manera que no admitían la guerra, ni el juramento, ni ningún género de lujo, etcétera. Semejantes gentes, que por otra parte reprobaban las otras sectas religiosas como profanaciones, sufrieron desde el nacimiento de su iglesia crueles persecuciones”. (. . .)
Guillermo Penn, uno de los ilustres prosélitos de esta doctrina religiosa, después de haber empleado inútilmente sus talentos para sistemar (sic) la libertad religiosa, bajo Carlos II, se vio obligado a pasar a la América a buscar asilo para sus hermanos perseguidos, en donde fundó la ciudad de Filadelfia y otros pueblos en el estado de Pennsilvania, nombre derivado del de su fundador. El admirable Locke, su amigo, le dio las primeras leyes para su colonia. Carlos II le concedió todas aquellas tierras por las deudas de la Corona al Almirante su padre, y luego entró en tratados con las demás provincias. Tratados hechos sin juramento, dice Voltaire, y los únicos que no se han quebrantado. (. . .)
El culto de los cuáqueros es, como su traje, sumamente sencillo. (. . .) Lo principal es que, en lo general, son caritativos, laboriosos y honrados. Las mujeres, modestas y sencillas.” (Zavala, 1991, págs. 154-159)
De este modo, la composición racial de los Estados Unidos es heterogénea (la blanca con la nórdica y mediterránea, la amarilla con la asiática y la negra con la africana) debido al éxodo de ingleses, italianos, alemanes, franceses y chinos quienes, por razones bélicas ó demográficas, económicas o políticas propias de sus respectivos países y en épocas diversas, realizaron el movimiento migratorio más importante de los tiempos modernos que inició desde el descubrimiento de América.
A la fecha actual y pese al rigor de su política migratoria, acentuada tras los ataques terroristas del 11 septiembre de 2001, con cuatro aviones comerciales por la red Al Qaeda, a las Torres gemelas del WTC, Pentágono y uno más en campo abierto, Estados Unidos sigue siendo el país que más migrantes recibe cada año; esto último se explica porque el fenómeno migratorio no es sólo de índole económica, el traslado de migrantes hacia Estados Unidos, sea temporal o definitivo, se debe a diversos factores: políticos, familiares, sociales y culturales, entre otros.
LA TIERRA DE LA LIBERTAD
La tierra norteamericana fue esperanza de emancipación para muchos, representada por la estatua de la Libertad [4] que ha dado la bienvenida a miles y miles de migrantes venidos por el océano Atlántico.
Verdad es que se practicó la esclavitud en la raza negra, pero dicha servidumbre se suprimió tras la Proclamación de emancipación dictada por el presidente Abraham Lincoln [5] en 1862 durante la Guerra de Secesión entre los estados del norte y los del sur y declarados libres los esclavos el 1 de enero de 1864.
Atención especial merece la “mexicanización“ [6] de los Estados Unidos de Norteamérica.
La anexión de Texas, Arizona, California y Nuevo México en 1848 con sus correspondientes asentamientos familiares de mexicanos, más la vecindad geográfica y la desproporción de nuestras economías, han propiciado un considerable y constante flujo de migrantes mexicanos hacia el norte de nuestra frontera.
Más adelante hablaremos de ello.
Podemos decir que la inmigración de Estados Unidos es su destino marcado desde su misma fundación. Destino como hado, vocación y responsabilidad.
[1] Como dato curioso diremos que, cuando es mediodía en Nueva York, en los Ángeles son apenas las ocho de la mañana; y para los que gustan de los números daremos un dato: entre Nueva York y Los Ángeles distan 4000 kilómetros.
[2] Nueva Orleáns fue fundada por franceses en 1718, ubicada en el delta formado por el Misisipí fue un puerto muy importante donde se desembarcaba pacas de algodón procedentes de las plantaciones cercanas cultivadas por esclavos africanos. Asimismo, tuvo su mercado de esclavos.
La ciudad fue vendida por Francia a los Estados Unidos junto con la Luisiana.
[3] “La historia de Nueva York comienza en 1609. En aquel año Henry Hudson se estableció en el extremo meridional de la isla de Manhattan. Poco después, la Compañía Holandesa de las Indias Occidentales construyó allí un fuerte y comenzaron a llegar colonos holandeses. En 1626, Peter Minuit, el gobernador de la colonia, compró a los indios toda la isla por unos veinticuatro dólares de baratijas. La aldea recibió el nombre de Nueva Ámsterdam, pero, cuando en 1664 la capturaron los ingleses, se cambió su nombre por el de Nueva York, en honor del duque de York. En 1789, Nueva York era la capital de la recién fundada República; después lo fue Filadelfia y, finalmente, Washington.” (Morris Parker, 1971, pág. 1088)
[4] El nombre completo de esta colosal estatua (mide casi 50mts de altura) es “La Libertad iluminando al mundo”, hecha por Federico Augusto Bartholdi en 1861. Y fue regalo de los franceses a Estados Unidos con motivo del centenario de su Independencia.
[5] Abraham Lincoln (1809-1865), famoso estadista norteamericano por su justicia y por su definición, tan sencilla como contundente, del gobierno democrático: “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”. Electo presidente de Estados Unidos en 1861, mismo año que estalló la Guerra de Secesión.
[6] Un estudio en 2012, indicó que viven en Estados Unidos 11.1 millones de mexicanos: Notimex 19/03/2012