FMI: crisis de migrantes beneficiará a la economía mundial a largo plazo

fmi-beneficios-crisis-migratoriaA pesar del impacto negativo que en el corto plazo pueden tener el rebalanceo de la economía de China y los crecientes flujos de migración, estos hechos ofrecen a la economía mundial potenciales ganancias en el largo plazo, señala el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Si se logra la ordenada transición de la economía de China de un enfoque exportador a uno dirigido por el consumo, el gigante asiático logrará un crecimiento sostenible con menos riesgos para el mundo, en tanto que los flujos de migrantes pueden ayudar a enfrentar los retos del envejecimiento en los países receptores de esta población, señala el organismo en su informe sobre las Perspectivas Económicas Mundiales, Capítulo 4.

Dado el tamaño y la apertura de la economía de China con un fuerte aumento en su cuota de las importaciones mundiales en la última década del 3 al 10 por ciento, la han hecho una fuente principal de la demanda de exportación de más de cien economías que representan aproximadamente el 80 por ciento del PIB mundial. Esto sugiere que su transición tiene el potencial de cambiar el panorama global y los riesgos que lo rodean.

Los efectos colaterales desde China se transmiten principalmente vía los vínculos comerciales y el impacto en los precios globales, particularmente en el mercado de materias primas. Aunque el impacto directo en los mercados financieros es aún limitado, éste se incrementa y el desarrollo en China está ya afectando los precios de los activos a nivel mundial.

Según con el FMI, la transición de China crea una oportunidad para que los países ricos en mano de obra intensiva aumenten su producción, así como para los productores de bienes de consumo. Para apoyar este aumento, son importantes políticas estructurales sólidas, incluyendo mejoras en la infraestructura, gobernancia, clima de negocios y apertura comercial.

Por su parte, la creciente tendencia de migración, compuesta por refugiados de conflictos geopolíticos, “es a la vez una bendición y un reto para los países que dan acogida a estos flujos”, señala el informe.

Los migrantes pueden aumentar la fuerza de trabajo y tener un impacto positivo sobre el crecimiento y las finanzas públicas en el largo plazo, especialmente en los países con poblaciones que envejecen. Algunos analistas estiman que un punto porcentual de incremento en la participación de los migrantes en la población en edad laboral puede elevar el PIB per cápita en el largo plazo hasta en 2 por ciento.

Sin embargo, la recepción de migrantes plantea desafíos; preocupa el desplazamiento de trabajadores nativos y los costos fiscales de corto plazo, especialmente en el caso de los refugiados. Esto puede añadir a posibles tensiones sociales relacionadas con las diferencias en la cultura e idioma, dados los efectos de composición que la migración puede tener en la población y seguridad. El número de migrantes internacionales se incrementó desde 150 millones en 1990 a 250 millones al finalizar 2015.

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