Las autoridades de salud de Panamá y Costa Rica anunciaron la implementación de una vigilancia epidemiológica en la frontera de Paso Canoas, ante la llegada de migrantes cubanos, haitianos y extracontinentales.
Este jueves 18 de agosto se reunió la Comisión Técnica Sectorial Binacional de Salud para tratar el tema sanitario en el cordón fronterizo.
Itza Barahona de Mosca, directora nacional de salud del Ministerio de Salud de Panamá, dijo que es preciso tomar acciones para evitar las enfermedades, especialmente de la fiebre amarilla, por lo que indicó que es importante mantener una buena comunicación con sus pares costarricenses.
Las enfermedades vectoriales son uno de los mayores riesgos y hay que controlarlas de forma inmediata, porque proliferan rápidamente, según la funcionaria panameña.
“La situación de los migrantes es un reto a la salud pública nacional e internacional y como responsables hay que controlar y prevenir las enfermedades”, subrayó.
Por su parte, el director general del Ministerio de Salud de Costa Rica, William Barrantes, reiteró que con Panamá se coordina toda acción para prevenir la entrada de enfermedades. Dijo que en su país se detectaron dos casos de tuberculosis, pero que ya están controlados.
“La entrada y salida de migrantes es un problema que llegó para quedarse”, comentó el funcionario tico.