Para muchos centroamericanos, dejar sus países es una cuestión de vida o muerte. Hay jóvenes que escapan de pandillas que quieren reclutarlos a la fuerza, pequeños comerciantes o familias que sufren extorsiones, defensores de derechos humanos bajo amenaza.
Para el representante en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Mark Manly, hay una crisis en desarrollo en la región, pero muchas personas ni siquiera saben que podrían pedir asilo o ser reconocidos como refugiados.
Dpa: ¿Cuál es la situación?
Manly: Estamos ante una emergente crisis de protección. Ha habido un cambio muy notable del perfil de la migración aquí a nivel regional. Son perfiles de personas que salen huyendo por la persecución y por la violencia y no sólo migración por motivos económicos. Y un número creciente de personas sale en muchos casos porque si se quedan enfrentan un grave riesgo para su vida y su seguridad.
Dpa: En Europa se habla siempre de refugiados, en América Latina más de inmigrantes. ¿Qué diferencia hay?
Manly: Lo que vimos el año pasado en Europa es que los gobiernos, la sociedad civil, los medios de comunicación se dieron cuenta de que personas que estaban cruzando el Mediterráneo provenían en su mayoría de países con conflicto armado, Siria, Afganistán e Irak. Y se dieron cuenta de que no era correcto llamar a esos flujos movimientos migratorios. Llegaron a entender que eran movimientos de refugiados.
Se está dando poco a poco el mismo cambio aquí, en esta región. Y eso tiene implicaciones muy importantes.
Dpa: ¿Por ejemplo cuáles?
Manly: Un refugiado tiene el derecho a no ser devuelto a su país de origen y hay todo un paquete de derechos que no tiene la persona migrante. Hay gente que huye de la violencia y no sabe de esta posibilidad de solicitar la condición de refugiados. Entonces, esas personas permanecen de forma invisible. Están expuestas a trata y tráfico de personas, a secuestros, a violencia sexual, al riesgo de devolución.
Dpa: Donald Trump habla de cierre de fronteras y hay temor en el mundo a atentados terroristas ¿Eso perjudica la percepción hacia el refugiado?
Manly: Ha habido un reto desde hace muchos años de hacer entender que las personas refugiadas son las primeras víctimas de la violencia, del conflicto y de actos de terrorismo. Son víctimas, no victimarios. Por definición, una persona que ha cometido un denominado acto terrorista no puede ser refugiado.
Dpa: En América Latina, ¿qué países enfrentan la peor situación en cuanto a salidas?
Manly: Más que nada Honduras, El Salvador y, en menor grado, Guatemala. La situación en las Américas está emergiendo como una crisis de protección que requiere respuestas coordinadas por los paíes de la región.
Dpa: Además de Estados Unidos, ¿qué otros países del área reciben peticiones de asilo?
Manly: Tradicionalmente el país al que la gente ha ido es a Estados Unidos porque hay vínculos familiares o por experiencia en su comunidad con la migración. Sin embargo, a raíz de la dinámica de violencia están saliendo a los países donde creen que tienen mayores posibilidades de conseguir protección.
Llegar a Estados Unidos es muy peligroso porque implica viajar en general sin documentos cruzando varias fronteras. Entonces, cada vez están viendo más la posibilidad de solicitar en los países más cercanos: México, Belice, Costa Rica.
Dpa: En el caso de Costa Rica han llegado muchos migrantes cubanos y africanos. ¿Son ellos los que piden asilo?
Manly: No, el país de origen más importante de peticiones para Costa Rica es El Salvador. Es un cambio muy importante porque hasta el año pasado el país de origen más importante era Colombia. Y esto fue durante 15 años. Entonces, realmente la salida de centroamericanos del Triángulo del Norte está afectando a toda la región y está cambiando radicalmente los patrones de migración.