La Iglesia de Tlaxcala demandó a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) una sanción dura contra quienes resulten responsables de ataques a inmigrantes en las vías del tren de Apizaco.
Esto, debido a que consideró que las recomendaciones que emite el organismo “se las pasan por el arco del triunfo”.
Elías Dávila Espinoza, sacerdote representante de la Diócesis local en la Casa del Inmigrante La Sagrada Familia, sostuvo que son policías del Estado de México los presuntos responsables de homicidios y ataques a balazos, registrados en agravio de inmigrantes que usan el tren concesionado a Ferrosur.
Los elementos policiales de esa entidad tienen la custodia del ferrocarril en Tlaxcala, con una base en Apizaco, y aunque usan uniformes y patrullas oficiales, se presentan como elementos de seguridad privada.
“Son policías del Estado de México y lo que más tristeza da, es que son policías pobres que buscan trabajo y le entran, y es feo que un pobre friegue a otro pobre, al rato les quitan la chamba y a lo mejor hasta van a emigrar y lo que el policía hace, a él se lo harán”, expresó.
En entrevista detalló que de 2015 a la fecha, el albergue en Apizaco registró al menos 2 homicidios de centroamericanos por heridas de bala; testigos aseguraron que “uniformados de negro” los balearon.
El número de accidentes con inmigrantes mutilados por el tren, es mayor, lo atribuyen a los barrotes que colocó Ferrosur a orilla de las vías porque provocan que al bajar o subir de los vagones, los centroamericanos caigan sobre los rieles.
La CNDH abrió recientemente expedientes por ataques y accidentes en agravio de inmigrantes en Apizaco.
Dávila Espinoza expresó su confianza por que el caso termine en algo más que una recomendación.
“Que la CNDH tenga algo más que recomendación porque a fin de cuentas a quien recomienda, las recomendaciones se las pasan por el arco del triunfo”, apuntó.
“Si a Tlaxcala le dieran una recomendación en pro de los migrantes, quiere decir que Tlaxcala ya es un punto rojo para el maltrato de migrantes”.