Por Humberto Salinas
No pasen por alto el poder de la solidaridad del ir y venir del migrante, sus remesas, su sufrir, su poder económico y de causa. La causa de hoy es contra Trump y contra Home Depot y uno por uno de sus apoyantes. Charles Boycott, el recaudador de impuestos en Inglaterra a fines del siglo XIX fue enfrentado por un grupo de arrendatarios negándose a trabajar la tierra, he ahí el nombre. Los migrantes podemos sentir que dar a conocer nuestro punto de vista es importante, pero cuando un grupo quiere que la gente deje de comprar un producto determinado, entonz es poderoso.
¿Por qué motivo pueden el boicot contra Home Depot y Trump resultar tan efectivos? Básicamente, porque un boicot es una herramienta económica (incluso cuando no quieran escuchar el mensaje). Los migrantes y sus boicots le permiten a la gente poner su dinero donde se encuentran sus valores. Los boicots atraen mucha atención hacia ustedes y hacia nuestras causas.
Finalmente, los migrantes sabemos que es preferible para Home Depot y sus tiendas negociar antes que arriesgarse a un boicot. Un acto de guerra donde uno está atacando al “enemigo” donde es más vulnerable. Y por lo tanto, cuando ya han probado acciones mucho más gentiles y no han funcionado. Boycott!
Por ejemplo, quizás los migrantes realizaremos un boicot a Home Depot empresa nacional o internacional que apoya la política anti inmigrante, anti democrática de Trump, pero tiene los ingredientes para unir un gran sector a mediano plazo. Los boicots de Home Depot y Trump en los Estados Unidos , así como en muchas otras partes del mundo, un boicot requiere de tiempo y energía, recursos que se aprovechan en campañas, objetivos a la victoria.
Existen tres razones por las cuales nos unimos al boycott: como un fin en sí mismo, para producir cambios específicos o para que una Home Depot o para derrotar aTrump. “Con un 5% cinco por ciento de los consumidores de que realicen un boicot contra una entidad para lograr impacto financiero. Con un 10% de los consumidores, el efecto es devastador para la empresa”.
Según Cesar Chávez, quien dirigió boicots muy exitosos contra los cultivadores de uva de California, en las décadas del ‘60y del ’70. La sola idea de un boicot apoyado por los migrantes resulta muy amenazante, especialmente cuando es realizado por una organización que parece capaz de lograrlo. Esta amenaza de pérdida en los negocios puede ser suficiente para que los líderes empresariales se sienten en una mesa a negociar.
Somos demasiados, los DACA, los DAPAS, los 7 millones de votantes nuevos para noviembre, los 6 y medio millones de visados de turistas, los 20 millones de sin papeles en USA, los consumidores en México. Para los migrantes nuestros fundamentos son sólidos. Ya existen líderes, clubes, organizaciones, uniones, iglesias, etc. Los migrantes pensamos que cuánto más poderoso podría ser un boicot si cuatro, cinco o cincuenta grupos como el nuestro le pidieran a todos sus miembros que se unan al boicot.
Realizar un piquete a la compañía que están boicoteando o realizar otro tipo de manifestación. Escribir una carta en las redes, periódico local, publicidad pagada, pósteres y volantes que explican lo que está llevando a cabo su grupo. Es fácil sentir que no tenemos el poder de cambiar nada dentro de nuestra sociedad. Esa es una de las razones por las cuales un boicot puede ser una herramienta tan poderosa. Nos da el poder de revivir nuestros ideales y, si el boicot está bien manejado, realmente cambiar las cosas.
“Pero lo que yo haga no hace ninguna diferencia, soy sólo una persona”, es lo que dicen los pesimistas. Los migrantes hacemos una gran diferencia. Vivimos nuestra vida como si importara, e importará y como consumidores, sabemos que tenemos el poder. Nuestras acciones de los consumidores migrantes son como la acción política y como consumidores, tenemos el poder economico.
