PERSISTE LA LLAGA DE CENTROAMERICA: LAS MADRES BUSCAN A SUS DESAPARECIDOS

Por: Nelson Rodríguez, corresponsal

Cimacnoticias | Chinandega, Nicaragua,.- 28/11/2013

 

El dolor de una madre, que  desesperadamente busca a su hijo desaparecido, tarde que temprano termina por manchar las solapas del poder

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La Caravana de Madres Nicaragüenses que se unirá a la Novena Caravana de Madres Centroamericanas Buscando a sus Migrantes Desaparecidos, salió hoy de esta norteña ciudad para iniciar un recorrido hasta México a partir del próximo 2 de diciembre.

En la caravana nicaragüense viajan ocho madres, una psicóloga y la coordinadora de un programa de la organización civil Servicio Jesuita para Migrantes.

De las madres, dos buscan a hijas y el resto a hijos, todas son mayores de 50 años y mantienen la esperanza de encontrar o al menos obtener información sobre el paradero de sus descendientes.

Julia Márquez, originaria de Chinandega, va en busca de su hija María Gisel González Márquez, quién salió de esta ciudad hace 13  años con destino hacia Estados Unidos en su ruta por México y le dejo al cuidado a su hijo, quien ahora es un adolescente que quiere saber el destino de su madre.

Julia narró que desde hace unos seis años perdió la comunicación con su hija. La última vez le dijo que se encontraba en México. Ahora lo único que desea es saber de ella, abrazarla y reanudar la comunicación para darle una respuesta a su nieto.

En esta caravana también viaja María Jesús Silva, quien tuvo que renunciar a su trabajo en Costa Rica y se regresó a Nicaragua para integrarse al viaje con la esperanza de encontrar a su hija, de quien no tiene información desde hace nueve años.

El Servicio Jesuita para Migrantes, en su oficina de Chinandega, ha documentado 191 casos de madres y padres de familia que llegan a solicitar apoyo para localizar a sus hijas e hijos en el extranjero, de las cuales 32 son mujeres migrantes, explicó Damaris Murillo, coordinadora del Proyecto Migrantes Chinandeganos Promoción y Defensa de sus Derechos Humanos.

La mayoría de esos casos son de migrantes nicaragüenses que salieron hacia EU en busca de mejores condiciones de vida, y de quienes se desconoce su paradero o se ha perdido comunicación en su ruta, ya sea en Guatemala o México, sostuvo Murillo.

La caravana tiene varios objetivos, entre estos, que las madres obtengan información de sus hijas e hijos, pero también sensibilizar a la sociedad y visibilizar ante los Estados la problemática de las y los migrantes nicaragüenses y centroamericanos.

Para Murillo, el Estado nicaragüense y las autoridades locales deberían cumplir el rol de proteger a las y los ciudadanos migrantes, e implementar una política de atención para las familias de la población migrante.

Una de las principales demandas al Estado nicaragüense es que se apruebe la Ley de Protección a los Migrantes, tanto los que salen como los que regresan, y que los distintos consulados en el exterior  mejoren su atención a la ciudadanía nicaragüense que radica en el extranjero, explicó Murillo.

Para Héctor Calero, del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), organismo miembro de la Red Nicaragüense de la Sociedad Civil para las Migraciones, esta caravana es “un aliento, una ventana de esperanza” no sólo para las madres que viajan sino también a otras familias que tienen a sus hijas e hijos migrantes sin localizar en la ruta hacia EU.

Calero dijo que lo primero que deberían hacer los consulados en los países donde pasará la caravana es tener un listado de las personas no localizadas y atender a estas madres, así como facilitarles algunos medios de información y documentación.

La Novena Caravana de Madres Centroamericanas Buscando a sus Migrantes Desaparecidos llevará el nombre de Emeteria Martínez, iniciadora y figura emblemática de las caravanas, quien falleció este año.

Partirá el próximo 2 de diciembre de El Ceibo, Guatemala, donde el Movimiento Migrante Mesoamericano –organizador de la caravana– recibirá a las madres procedentes de El Salvador, Nicaragua, Honduras y otras partes de Guatemala, para luego trasladarse a Tenosique, Tabasco, donde pasarán la noche en la casa del migrante “La 72”.

Esta vez la caravana no llegará a los estados fronterizos del norte de México, sino que arribará hasta Guadalajara, en el inicio de la llamada “Ruta Pacífico”, por donde se está desviando el flujo migratorio de la denominada “Ruta del Diablo” (desde el DF hasta Mexicali), a fin de eludir la violencia de la ruta del Golfo, por donde corre el tren de carga conocido como “La Bestia” y se han denunciado secuestros, violaciones y asesinatos.

13/NR/RMB

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