Por Humberto Salinas.-
¿Hasta dónde debemos creer los migrantes el discurso “progresista” de la candidata demócrata, Hillary Clinton? Esa es una pregunta que ha rondado mi cabeza después de que la emoción por la Convención Nacional Demócrata se disipara y creo que es la pregunta que muchos miembros de la comunidad migrante se hacen en su fuero interno.
Los migrantes no sólo actuamos por la conveniencia y acá en cambio, con Clinton parece que escuchamos una declaración de amistad poco sincera, después de que vemos como a los miembros de nuestra comunidad los siguen deportando al por mayor los gobiernos republicanos y demócratas.
Sin embargo en las palabras de la candidata se ve una clara oportunidad de seguir escalando escaños en beneficio de nuestra comunidad, ya sea por medio de la vía legislativa con el acomodo de personajes promigrantes en el gobierno y el Congreso o, simplemente como escaparate para hacer bien clara la presencia de los migrantes en las futuras políticas públicas de Estados Unidos.
Por la primera vía, el apoyo a Hillary Clinton en las próximas elecciones no debe ser incondicional, debe ser con la firme convicción de que al ganar, responderá a la iniciativa de promulgar una Reforma Migratoria que de verdad pueda hacer eco a las necesidades de nuestra comunidad.
En la segunda vía, debe aprovecharse la publicidad que se ha dado al movimiento migrante en todo Estados Unidos para que quede de manifiesto la presencia de nuestra comunidad y que se avance en la lucha política, sindical, humanitaria, cultural y moral que establezca que los migrantes sólo promulgamos el trabajo decente y justo, el desarrollo y la paz; justo los valores que en EEUU necesitan promoverse.
Tan malo el pinto como el colorado. La campaña Clinton-Trump da resultados, la gente ya se creyó que Hilaria es “la buena”: el detalle es que esta asesina invadió Libia, mató libios, mató a Kadafi quien era prseidente electo democráticamente, promovió las “guerras” contra el narcotráfico que han matado cientos de miles de personas en toda América del Sur, invadió y destruyó Siria, metió 500 agentes de la CIA a México, etc, ésta es la “buena” Hilaria. Trump, cuando menos, no oculta lo que es, muy malo y antihumanista.