EL SER MIGRANTE Y SU CONSTANTE COQUETEO CON LA MUERTE…

POR JUAN ALBERTO CEDILLO

LAREDO, Texas, (proceso.com.mx).- En este 2014, un total de 55 migrantes centroamericanos y mexicanos han fallecido durante su travesía por el Condado de Brooks.

Estimaciones oficiales indican que por cada migrante fallecido, cinco más no han sido localizados.

Con el fin de encontrarlos, la Guardia Nacional emprenderá un operativo a partir de octubre, informó a Proceso Urbino Benny Martínez, vocero de la Oficina del Sheriff de Falfurrias, poblado ubicado a unos 100 kilómetros al norte de la frontera con Tamaulipas.

“Desde el año 2009 a la fecha se han localizado 417 cadáveres de inmigrantes, tan sólo en el condado de Brooks”, precisó.

Hasta ahora las autopsias practicadas a los muertos no han revelado que fallecieran por violencia o disparos de la milicia autonombrada “Voluntarios de Texas”, organizada en los inmensos ranchos del condado para cazar a los migrantes.

La República Mexicana se trasformó en un campo minado para los centroamericanos que pretenden alcanzar la ansiada frontera con los Estados Unidos. Quienes logran sortear al grupo criminal “Los Zetas” ahora deben evadir a las “Milicias de Voluntarios” y a la Guardia Nacional que vigila la zona fronteriza estadunidense.

Benny Martínez destacó que los voluntarios de Texas se han concentrado en un rancho de mil 500 hectáreas para vigilar la región, la cual se ha convertido en un paso obligado de ciudadanos centroamericanos o mexicanos que cruzan ilegalmente la frontera y pretenden alcanzar ciudades como San Antonio, Corpus Christi, Dallas o Houston.

Los dueños de los ranchos estiman que diariamente cruzan por el condado de Brooks alrededor de 400 migrantes. El flujo de migración por la frontera de Tamaulipas aumentó en los últimos meses debido a que el Cártel del Golfo se ha trasformado en una gran organización de polleros que introducen a los centroamericanos a Estados Unidos por la ciudad de Reynosa, Matamoros y zonas de la Frontera Chica.

No obstante, antes de alcanzar sus diversos destinos en la Unión Americana deben atravesar y sufrir el desierto de Texas, por donde los polleros han trazado una ruta que los migrantes deben seguir. En esos senderos organizaciones humanitarias como South Texas Human Rights colocan galones de agua.

A partir de octubre la Guardia Nacional, la Patrulla Fronteriza y la oficina del Sheriff de Falfurrias desplegarán un operativo para localizar más cadáveres, precisó Urbino Martínez.

Durante el despliegue militar se usarán vehículos todo terreno, perros rastreadores de cadáveres, aviones no tripulados y también se contará con ayuda de personal médico, para el caso de encontrar personas vivas. Los detenidos serán entregados a las autoridades migratorias.

“Cada una de estas víctimas, independientemente de cómo o por qué sus vidas terminaron en nuestra comunidad, merecen la dignidad de ser encontrados y, si es posible, regresados a sus familias para su entierro adecuado”, contó el sheriff Ray Rodríguez al medio tamaulipeco Conexión Total.

Urbino Martínez especificó que a cada cadáver se le aplican pruebas de ADN para intentar encontrar a sus familiares. Mencionó que las autoridades de Texas negocian con países centroamericanos y con México para intercambiar la información genética.

“Al menos el 85 por ciento de las personas fallecidas fueron regresadas a sus familiares”, concluyó el portavoz.

Cabe recordar que el año pasado se realizó una exhumación en el Cementerio del Sagrado Corazón en Falfurrias, donde estaban 69 cuerpos no identificados que habían sido enterrados de 2010 al 2012 para tomarles muestras de ADN e intentar encontrar a sus familiares.

El Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos estima el número total de muertos en el sur de su frontera en alrededor de cinco mil desde 2000 a la fecha. Sin embargo, otras organizaciones sitúan la cifra en más de 7 mil 500.

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