Washington DC, Estados Unidos (28 agosto 2014).- Bajo gritos de ¡ni uno más! y ¡todos somos uno!, 140 líderes, clérigos e inmigrantes indocumentados fueron arrestados hoy frente a la Casa Blanca durante una nueva protesta para demandar al presidente Barack Obama el freno de las deportaciones.
Los arrestos ocurrieron en respuesta al acto de desobediencia civil por parte de los integrantes de este grupo, quienes rehusaron a acatar las órdenes del Servicio Secreto y la policía del Servicio Nacional de Parques para desocupar la acera frontal de la residencia presidencial.
Los detenidos fueron parte de los cientos de personas, muchas de ellas inmigrantes indocumentados, que se manifestaron frente a la Casa Blanca por segunda ocasión en menos de un mes para demandar al mandatario medidas de alivio para los más de 11 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos.
La pastora Rosario Hernández, de la iglesia luterana en la comunidad de Langley Park, Maryland, quien tomó parte en la manifestación y fue una de las detenidas, dijo que contra lo que muchos pudieran pensar, actos como este sí tienen un impacto.
“Toda lucha da frutos. Yo no creo en el todo o nada. Cualquier medida que anuncie el presidente, si viene a aliviar a un sector de la gente indocumentada, creo que es un logro importante”, dijo Hernández, originaria del Distrito Federal, poco antes de ser detenida.
La manifestación, iniciada frente a los cuarteles generales de la Oficina de Migración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) se produjo en vísperas de que Obama anuncie las medidas de alivio, en respuesta al fracaso del debate migratorio en el Congreso.
Semanas atrás, el mandatario dejó en firme su determinación de actuar de manera unilateral en el frente migratorio, para lo cual solicitó a los titulares de los departamentos de seguridad nacional y de Justicia una evaluación de la actual política de deportaciones.
Rodolfo López, un inmigrante indocumentado originario de San Luis Potosí, México, y quien viajó desde Chicago y se contó entre los arrestados, expresó que Obama tiene una obligación moral de actuar cuanto antes para dictar estas medidas.
“Él no está haciendo su trabajo. Ahora le exigimos que cumpla su promesa (de aprobar una reforma migratoria), pues cada día que pasa no muestra el liderazgo por el cual fue electo, ya que miles de familias siguen siendo separadas y la gente sufre”, dijo.
López, quien el año pasado tomó parte en un ayuno a favor de la reforma migratoria en las inmediaciones del Congreso, ofreció su arresto a la memoria de su primo Martín Hernández, quien murió en el 2005 al tratar de cruzar la frontera.
Miriam García, una indocumentada mexicana originaria del estado de Veracruz que se sumó al grupo de detenidos, manifestó que estaba haciendo su parte en la lucha a favor de la reforma migratoria.
“Vine aquí porque quiero seguir luchando por mí, por mi familia y por millones más de familias que queremos una mejor vida, y si hay una reforma el día de mañana poder decir que yo hice mi parte en esta lucha”, indicó.
Casada con un indocumentado hondureño que goza del Programa de Protección Temporal o TPS y madre de tres ciudadanos estadounidenses, García dijo tener la esperanza de que este alivio sea pronto y lo más amplio posible.
“Tengo 18 años que no veo a mi mamá que está en Chachalacas. Antes iba cada año y cruzaba de regreso nadando por el río, y quiero ir una vez más porque mi mamá está ya muy grande y no sé si la volveré a ver”, señaló.
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