POR RAMIRO PADILLA ATONDO
Es de todos bien sabido que una de las primeras leyes de la mercadotecnia es la controversia. Entre más controversial sea el asunto más posibilidades tiene de generar ventas. Y lo traigo a colación por unos comentarios hechos a nivel nacional en la televisión de Estados Unidos, y difundidos ampliamente en medios mexicanos. Una pseudo escritora norteamericana al calor de la masacre en Gaza, proponía de manera clara que los Estados Unidos bombardearan la frontera con México. Por supuesto que para los pensadores serios, esta no deja de ser una de las tantas barrabasadas a las que los tiene acostumbrados la señora. Pero deja asomar a la superficie lo que un sector de la sociedad norteamericana piensa. Un sector que tiende a crear sus percepciones de manera unidireccional gracias a los medios de comunicación que son todo menos imparciales. Se pueden vender al público guerras injustas solo mirando los noticieros. Hay quienes se hacen millonarios atacando a los inmigrantes. La señora Coulter tiene el descaro de decir que su país está bajo ataque gracias a los túneles construidos para que los inmigrantes lleguen a su país a atacar violar y robar a los inocentes norteamericanos: Y gana muchas simpatías. Le aplauden. Vive holgadamente de las ventas de sus libros. Tiene un mercado y lo explota al máximo. No deja de ser marcado el componente fundamentalista cristiano en este tipo de declaraciones al estilo de Lou Dobbs y Bill O’reilly. Venden odio. Y se compra por cantidades industriales. Y por supuesto que no hay ningún noticiero, ningún canal en inglés que sirva de contrapeso a estos ataques. La sociedad norteamericana lo acepta como normal. Es axiomático. Si lo dicen los medios debe ser verdad. Es por eso que aceptan las barbaridades de Israel. La misma pseudo escritora llama a Netanyahu héroe. El presidente que Estados unidos debería tener. Y el público aplaude. Es muy difícil crear conciencia cuando hay dosis masivas de desinformación. Los malos se pasean como los buenos y acusan a los buenos de malos. Lo curioso del asunto es que los inmigrantes son los menos propensos a cometer crímenes. Por eso es ridículo que se enarbolen este tipo de banderas a sabiendas de que son una monumental mentira. Los inmigrantes van a trabajar. Vamos, no es que exportemos a puras hermanas de la caridad, pero la inmensa mayoría solo va a trabajar. El porcentaje de los tramposos es insignificante. El norteamericano medio está acostumbrado a mirar las cosas desde una perspectiva de poder. Por eso es sumamente difícil argumentar. Se les vende la falsa idea de que son el país más generoso del mundo. Que todas las intervenciones militares están justificadas. Que apoyan la causa de la libertad. Mientras este tipo de personas sigan siendo líderes de opinión es poco lo que se puede hacer. Como dicen por acá, es muy difícil sacar al buey de la barranca. Y más cuando el buey dice que no es barranca. Que es llanura. Así ni cómo ayudarles.
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En resumen, Coulter prácticamente pide que se bombardee la frontera México-Estados Unidos para liberarse de “un problema”.
Por desgracia no está sola. A los redomados imbéciles de sus televidentes y sus jefes que hacen negocio con el racismo más abierto, se suman cada vez mas grupos. Uno de ellos, el Ku Klux Klan, de plano le pidió a la Patrulla Fronteriza “dispararle a los niños indocumentados que cruzan la frontera” en una entrevista del periodista Robert Ray de Al-Jazeera Latina.