BAJO LA OMINOSA RONDA DE LOS HALCONES: EL MOVIMIENTO MIGRANTE SIGUE SU CURSO

Hace unos minutos que vengo saliendo del Museo de la Memoria y Tolerancia, en la Ciudad de México, a donde acudí para conocer de viva voz lo que se gesta en el seno del movimiento migrante: Un informe de Aministía Internacional, donde da cuenta de la inoperancia de las autoridades, de todos los niveles, para  erradicar la violencia que cotidianamente padecen los migrantes centro americanos en su paso por la República Mexicana.

Al llegar al museo me fascina la imagen de unos 10 reporteros que entrevistan al Padre Solalinde, mientras un trajín de jóvenes ingresan al inmueble para presenciar el evento: que se han organizado una campaña denominada “Manda Calcetines”, y que se han logrado colectar unos 15 mil pares. El auditorio abarrotado me llena de emoción y me provoca la siguiente idea: Esto es como la Revolución Humanista del Padre Solalinde. El 95 % de los asistentes tienen abajo de 30 años. Y escuchan atentamente el informe de  Daniel Zapico, representante Amnistía Internacional, en México: Nos dice que la tragedia de los migrantes no ha cambiado con Peña Nieto, inclusive, que han empeorado las cosas. Que a pesar de los cambios legislativos, los migrantes siguen siendo invisibles. Y que para el actual gobierno federal, la crisis de los migrantes, tan solo tiene una importancia secundaria. En cuanto al grave problema de los desaparecidos, la respuesta es nula. Las dependencias federales tan solo limitan a recibir las denuncias, pero las investigaciones nunca avanzan. Para Daniel Zapico, el gobierno federal tan sólo emprende cambios cosméticos, con el objetivo de embellecer el rostro de un gobierno capaz de tomar medidas reales y eficaces. Por lo que subrayaron las medidas que tendrían que tomarse para creer que las cosas ahora si van en serio:

Asegurarse de que las y los defensores de migrantes reciban protección efectiva.

Implementar, dirigir y coordinar a nivel federal medidas efectivas para prevenir abusos en contra de migrantes.

Establecer e implementar protocolos para la investigación de crímenes contra migrantes y facilitar los mecanismos de denuncia para que los migrantes puedan reportar cualquier abuso.

Establecer una base de datos de migrantes desaparecidos con el fin de que sus familiares puedan presentar información, incluyendo el ADN, para ayudar en la identificación de personas desaparecidas.

UN PAIS DONDE NO PASA NADA

Para la Hermana Leticia Gutiérrez, vivimos en un país donde no pasa nada. Porque  ellos mismos se encargan de recopilar toda la información delictiva y la presentan ante las procuradurías, pero nunca se consiguen resultados.

“El mismo Padre Solalinde se ha trasladado hasta los lugares donde fueron secuestrados los migrantes, se recaba la información, todos los datos que requiere una denuncia, pero no pasa nada. Como dice él, se las damos peladita y en la boca, pero nunca pasa nada. En el albergue de la 72 hemos tenido constantes amenazas, y las autoridades no nos protegen. Recientemente amenazaron al compañero Rubén Figueroa, y seguimos sin medidas cautelares. Afuera del albergue de la 72 muy bien se pueden ver los halcones, que están al pendiente de todos nuestros movimientos. En vez de que las autoridades nos protegen, se portan hostiles, tanto con los migrantes, como quienes estamos al frente de los albergues.

CASAS DE SEGURIDAD MOVIBLES

La hermana Leticia, quien representa en México a la red de mujeres que pertenecen a los scalabrinianos, una organización que nación para la protección de migrantes y refugiados, también denunció la nueva modalidad de extorsión y secuestro, que consiste en mantener encerrados en un vagón a un  grupo de migrantes, mientras el tren se desplaza por territorio mexicano. Durante el trayecto obtienen sus datos para pedir el rescate a sus familiares y posteriormente liberarlos en un siguiente trayecto.

Aunque toda la ruta migratoria está marcada por un dueño: cada banda criminal es dueña de un kilometraje, a través del cual cobran hasta 100 dólares por permitir a los migrantes aborden “La Bestia”

Y todo esto, claro, con la connivencia de las policías  de todos los niveles. En Síntesis, el migrante es observado como una estricta mercancía. Mientras que las y los defensores de los derechos humanos de los migrantes, se desplazan bajo la ominosa vigilancia de los halcones…

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