MEXICANOS EN TORONTO: SANDRA DINORA GODINEZ CHAVEZ

“Yo llegué aquí un sábado 25 de noviembre de 2006. Estuve mil horas en Migración. Después de ahí, fui a una casa de unos amigos con los que iba a vivir y ellos tenían una comida con su jefe, y al día siguiente se enteró (su feje) de mi situación y me dio trabajo”. Desde el principio, aquella casualidad le dio a Sandra las herramientas necesarias para cumplir sus sueños: independizarse de su familia y vivir una aventura en otro país. Originaria de Ciudad de México, Sandra decidió dejar a su familia y amigos para valerse por sí misma: “aquí no tienes a tu mamá, no tienes a tu papá, no tienes quién te regañe porque aquí eres dueño de tu propia vida, o sea, tu te administras (y) y ganas lo que quieras ganar”.

Señala conocer a muchas personas con los mismos objetivos: “Pues generalmente toda la gente dice que viene a estudiar, pero también vienes por dinero, dinero fácil”.

 

Sus compañeros de trabajo la llaman de cariño “la Dinora” o “”Dino”, todos la respetan por ser una chica muy trabajadora y amigable, dado que, a pesar de estar realizando dos o tres empleos diarios, ella siempre comparte su sonrisa con todo el mundo.

 

“En Canadá un trabajo de 12 horas es súper matado, en México es un horario normal de trabajo con tres veces menos de ganancia, por eso es dinero fácil”.

 

Desde  el principio aprendió que lo primordial para poder sobrevivir es tener amistades y contactos para buscar trabajo: “Tú ayudas a tu amigo y él te ayuda a ti (en renta, en trabajo, en amistades, en conectes); lo que tú no sabes lo sabe tu amigo, y si no, preguntas y sabemos más. Es muy importante tener amigos en Toronto”.

 

A pesar de su estatus migratorio de turista, Sandra tiene tres empleos de limpieza que realiza todos los días de la semana: “Hay trabajo para todos, si tú haces bien tu trabajo se abren las puertas”, comenta.

 

La mirada exhausta y el cabello atado de manera sencilla – estilo cola de caballo –  son el reflejo de su exhaustiva rutina laboral que está llevando ahora, totalmente diferente a su vida en México. La noche que Dinora decidió compartir su historia hizo énfasis en un aspecto: “si quieres un menor trabajo, habla inglés. Si quieres un trabajo de día en un restaurante en downtown, por ejemplo”. Además , dejando en claro la realidad de muchos extranjeros que no hablan el idioma, agregó: “Es una limitante que no te dÁ el país, te la das tú mismo…Realmente aquí no te esfuerzas porque el oído se va adaptando…En México yo he pagado una mil escuelas pero nunca lo practicas”.

 

La  vida estresante e insegura en el Distrito Federal ha hecho a esta joven salir del país y buscar una mejor calidad de vida, aunque para ello tenga que trabajar de manera ilegal; trae consigo, en la maleta de sus recuerdos, la enorme carga de sus seres queridos: “Obviamente extraño a mi mamá, extraño a mis hermanos, a mi papá, sobre todo a mi papá y a mi hermano Hugo los extraño mucho, porque aquí estás solo”.

 

Tiene 23 años de edad, y cuenta que se alejó de su hogar en busca de nuevas aventuras. Ha tenido que aprender en el camino las duras lecciones de la vida , lejos de la protección de sus padres, y es que su estancia en Toronto le ha abierto los ojos sobre lo difícil que puede ser migrar en busca de algo mejor. “La vida no es barata: ganas en dólares, pero gastas en dólares, era algo que no entendía antes, pero si aquí traes cinco dólares en la bolsa es como si trajeras cinco pesos allá en México , si te vas a vivir con amigos qué mejor, como tú hay muchos solos, no hay como echarte la mano”.

 

“Me late muchísimo Toronto. En su momento yo traté de aplicar, pero sinceramente es como todos los países buenos, no es lo más fácil; hay diferentes formas: aplicar por “refugio”, como profesional también, casándote también puede ser otra buena razón, pero, como todo en Canadá, es un país de oportunidades a quienes lo merecen y quienes pueden cubrir los requisitos y los requisitos son grandes – señala -. No me costó el abogado porque era amiga de un amigo, ¡Si tú eres un antisocial olvídalo, estás perDido!, porque no conoces, no sabes, no te conectas…Para mí México es una ciudad muy bonita, es una ciudad muy hermosa, ¡poca madre México!, pero México… no va para arriba, va para abajo, la corrupción ha venido a contaminar todos los niveles; oportunidades, desde mi muy humilde opinión, creo que no hay. Por lo menos en el D.F. los sueldos están baratísimos…Yo en un futuro quiero tener familia, pero quiero tenerla en un lugar bien para vivir, y para mi Toronto es un lugar bien, de entrada porque es un lugar con muchísima seguridad, que es algo que en México no tenemos, por ahora no (tener familia), porque me siento en mucha desventaja para conseguir una aplicación en Canadá, porque son muchos requisitos que no tengo, mucho dinero que no tengo, pero creo que en un futuro puedo buscar esa oportunidad desde México eso si es seguro…”Los sueños se hacen realidad”, eso es lo que pensé, porque es una decisión difícil: te vas tu sola, completamente sola, no es una decisión fácil, pero los sueños se hacen realidad y es lo que vine a buscar aquí”.

 

(TOMADO DEL LIBRO “MEXICANOS EN TORONTO, AUTOR: RODRIGO REYES MARIN, EDITORIAL ENDIRA)

 

Facebook Twitter Email

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *