Por Citlalli López, corresponsal
Oaxaca, 22 ago 12 (CIMAC).- Para poder continuar su camino por territorio oaxaqueño, migrantes centroamericanos ofrecen como moneda de cambio el cuerpo de sus compañeras de viaje a redes de trata de personas, empleados públicos o agentes del Instituto Nacional de Migración (INM).
Incluso las propias mujeres que viajan con pocos recursos se ven obligadas a integrarse a redes de explotación sexual comercial con tal de ir avanzando poco a poco en su destino hacia Estados Unidos.
Fernando Cruz Montes, director del Centro de Orientación al Migrante de Oaxaca (Comi), precisó que la mayoría de ellas son jóvenes y madres solteras que tuvieron que migrar por su precaria situación económica.
Explicó que al menos 30 por ciento de las mujeres que llegan al Comi en la capital del estado llegan con infecciones de transmisión sexual (ITS) por la comercialización que se hace de sus cuerpos.
El también integrante de la pastoral de migración de la Diócesis de Oaxaca dijo que una mujer hondureña que llegó al albergue narró que fue violada en cinco ocasiones, en dos quedó embarazada y abortó.
Cruz Montes agregó que otros relatos de las migrantes centroamericanas refieren que algunas son enganchadas por redes de trata de personas y son “transportadas en barco”.
Otras más son comercializadas en la capital oaxaqueña con fines de explotación sexual, la cual se ejerce a plena luz del día en las calles circundantes a la Central de Abasto de la ciudad de Oaxaca, detalló el sacerdote.
Abundó que las mujeres son las más vulnerables durante la migración, ya que cuando viajan en grupo ellas son las primeras que dejan el colectivo para que los demás migrantes puedan seguir.
“Ciertamente vemos que les roban, las violan y lo más triste es que además de los grupos de criminales, también son las mismas autoridades las que incurren en esto”, sostuvo Fernando Cruz.
De acuerdo con los testimonios, algunas mujeres centroamericanas viajan casi sin dinero ante el riesgo de ser asaltadas. Por eso prefieren que sus familias les envíen giros desde sus países de origen.
Sin embargo, las migrantes que no dependen de nadie se ven obligadas a trabajar o a usar su cuerpo como moneda de cambio para ir avanzando en su ruta hacia EU.
El Instituto para las Mujeres en la Migración (Imumi) ubica a los estados de Oaxaca y Chiapas como las entidades donde más se capta a víctimas de trata.