Obispos y sacerdotes de Chiapas, Tabasco, Yucatán, Guatemala, El Salvador y Honduras iniciaron hoy un encuentro de tres días para tratar el tema de los migrantes, informó Guillermo Ortiz Mondragón, encargado de la Dirección Episcopal de Movilidad Humana en México.
En entrevista explicó que con esta reunión que se lleva a cabo en la fronteriza ciudad de Tapachula, la iglesia busca conocer cuál es la realidad concreta, cómo intentan y cruzan los indocumentados y sobre todo qué se puede hacer para ayudarlos.
“El problema se agrava cuando hay situaciones como falta de fuentes de trabajo y la inseguridad que propician que la salida de las personas de su país, aseveró.
El obispo coadjutor de San Cristóbal de Las Casas, Enrique Díaz Díaz dijo que este es segundo el encuentro de este tipo en dos años, con la participación de religiosos que trabajan en la zona fronteriza entre México y Guatemala, así como de Honduras y El Salvador.
Según el obispo hondureño Luis Solé, la violencia y la falta de empleos sigue obligando a cientos de pobladores de ese país a salir en busca de trabajo en Estados Unidos.
Expresó que “lo más triste es la cantidad de personas que regresan deportadas o discapacidades, con traumas que han vivido en el camino, con una perspectiva de sentirse amenazados por lo que han vivido en el viaje o porque han conocido a gentes de la autoridad que han actuado de una manera ilegal con ellos; viven con el miedo de ser reconocidos o perseguidos”.
Según fuentes de la diócesis de San Cristóbal de Las Casas, de unos meses a la fecha, el 80 por ciento de indocumentados que arriban al albergue ubicado en Palenque, es hondureño.
Solé dijo que ante el fenómeno migratorio, es necesario que los gobiernos de los países del área adopten estrategias para atacar a los traficantes de personas que son quienes conducen a los migrantes en situaciones de inseguridad.
El obispo de Tapachula, Leopoldo González, la colocación de muros no frena la migración sino que obliga a los indocumentados a tomar rutas más riesgosas.