Es la voz de inconformidad que emite la diputada Amalia García, Presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios, en el Congreso de la Unión:
Compañeras, compañeros, son dos reservas las que he hecho. Voy hacer los comentarios en un solo momento y quiero referirme – porque además es un asunto obligado para mí como Presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios – al tema de los migrantes. Sería realmente inaceptable en el caso de los migrantes, siendo México que tiene una característica tan fuerte en relación con la migración, yo no hiciera una intervención en ese sentido.
Creo además, en el tema que voy a tocar los temas, que no son asuntos sólo derechos de los migrantes. Tiene que ver con México, con la gravísima situación que hoy están viviendo los mexicanos y mexicanas, todos nosotros.
¿Por qué refiero esto? Porque una de las causas principales de la migración mexicana hacia los Estados Unidos es la búsqueda de empleo, de mejores condiciones de vida, y hay un planteamiento, entre varios más que han hecho desde la frontera norte de nuestro país gobiernos estatales, lo han hecho también diputados, diputadas federales de los estados del norte por el regreso de millones de mexicanos desde los Estados Unidos hacia nuestro territorio.
Durante los dos periodos del gobierno de Obama se ha deportado a cerca de tres millones de mexicanos y mexicanas. Pero si ellos se fueron buscando empleo y se les deporta nuevamente hacia nuestro país, la pregunta es no solamente qué hacer para garantizar que se respeten los derechos, sino qué hacer para reintegrarlos al tejido social, económico, productivo de la nación. Son millones de hombres y mujeres que están en edad productiva, que se convierte en una población que no solamente arriesga, es una población extraordinaria y sin embargo, no se han creado las condiciones para que se reinserten a la sociedad mexicana.
¿Esto qué significa? Insisto, no solamente una falta de respeto a sus derechos, sino también se genera un enorme reto por la problemática que significa que no estén en una actividad, con un empleo, con un sustento que les garantice poder salir adelante a ellos y a sus familias.
El fondo de migralidad, – como lo han denominado no solamente autoridades, gobiernos de la frontera norte, sino incluso medios de comunicación – ¿Qué objetivo tenía? Tenía el objetivo de que esos miles y miles que regresan y que están en la frontera norte, pudieran tener las condiciones para incorporarse a una vida productiva y con crecimiento y con desarrollo en nuestro país.
Pero yo encuentro de que a pesar de que diputados y diputadas de las distintas fracciones parlamentarias, de todos los grupos parlamentarios prácticamente, firmamos una solicitud para que hubiera recursos en el Fondo de Migralidad, hoy viene en ceros.
Me parece que es algo que resulta lamentable porque las mexicanas y mexicanos que regresan, que están en la frontera, requieren ser atendidos y sin embargo no está el recurso para poder reintegrarlos la actividad económica, a una vida productiva, a la garantía de derechos en nuestro país, retornando a sus lugares de origen o incorporándose en otra parte de la nación.
Y en el caso del Fondo de Apoyo a Migrantes, que es un fondo que fue diseñado para que en sus lugares de origen se incorporaran a la actividad productiva, y que si no se hace, entonces a dónde queremos que se vayan en una problemática de inseguridad tan severa como la que vive México, ese Fondo de Apoyo a Migrantes tiene en este presupuesto, que ya se votó en lo general, 200 millones de pesos.
¿Cuánto iría a cada estado de la República? Seis millones. Me parece que es verdaderamente inaceptable que vayan seis millones por estado para atender el fenómeno de los migrantes que retornan y a los cuales se les debería de dar las condiciones para que se incorporen al trabajo, al empleo y al apoyo a sus familias.
En el caso también de la iniciativa preferente que presentó el presidente de la República, sobre los derechos de niñas, niños y adolescentes, lo que habíamos propuesto fue que fueran recursos al DIF para los albergues, para la atención de estas niñas y niños.
Lamentó decir que no se aprobó ni un solo centavo. Hay una ley recién aprobada pero no hay un solo centavo, adicional para atender a estas niñas, niños migrantes que están contemplados en el capítulo 19 de esa nueva ley.
De tal manera que una ley sobre la cual se ha hablado positivamente sin recursos, no tendrá condiciones para poder aplicarse.
Y en el caso de los ex braceros quiero decir que no hay nada nuevo. Hay, es cierto, un transitorio, que establece que el recurso que existe ya en un fideicomiso, se debe entregar; pero esta es una obligación.
El fideicomiso ahí está. El recurso de más de 400 millones está en Bansefi. La pregunta es ¿Por qué no se entrega? Hay dos años consecutivos en los cuales ese dinero ha estado generando intereses
Aquí tenemos una gran cantidad de adultos mayores, que fueron a trabajar a Estados Unidos como parte de un programa aprobado por el gobierno de México en acuerdo con el gobierno norteamericano y no se ha entregado ese recurso.
De tal manera compañeros y compañeras, que mi lectura, es que en relación con los migrantes, con aquellos que fueron braceros, con los migrantes que son deportados hacia nuestro país, con los niños migrantes y en general hacia la migración, en concreto en el presupuesto, no hay una política positiva, que los respalde, que les garantice derechos y que les garantice que van a tener un desarrollo pleno.
Lamento enormemente esto, y quiero decir que, a pesar del enorme esfuerzo que se ha hecho en distintas partes del mundo por darles visibilidad a estos millones de seres humanos, siendo un país que tiene millones en el extranjero, que recibe millones y que tiene una migración interna muy abundante, en el presupuesto no se reflejan las condiciones para garantizar y respetar sus derechos.
En el caso de los gobiernos de la frontera norte y de los legisladores de la frontera norte de todos los partidos políticos, puedo acreditar su enorme compromiso y también de estados del centro de la República, de distintos partidos políticos que tienen ex braceros, acreditar su deseo de que se les atendiera.
Pero no hubo en el presupuesto ni la voluntad ni la determinación de hacerlo. Las consecuencias son graves, no solo porque se violentan derechos – y con esto termino, señor presidente -, sino porque a la hora de no garantizarles su reinserción en la vida productiva del país, a dónde queremos que vayan.
Me preocupa y nos preocupa que lo único que se les deje es la incorporación forzada, como la última salida, que no es por su puesto una solución, al ámbito de la inseguridad y la delincuencia organizada. Creo que ha faltada una enorme sensibilidad en este sentido. Seguiremos dando los argumentos y la batalla. Ojalá se llegue el día en que los migrantes cuenten con derechos y sean reincorporados y respetados en su propio país. Muchas gracias señor presidente.