EL VIACRUCIS DE UNA MIGRANTE…

*Desde el Albergue de Migrantes Hermanos en el Camino, queremos externar a la opinión Pública en general,  la difícil situación que tienen que enfrentar los migrantes en  su paso por la zona del Istmo de Tehuantepec, principalmente en Ixtepec,  en lo que se refiere a la atención en servicios de salud pública.*
*Un ejemplo de ello fue el día jueves 15 de noviembre, cuando la migrante Inirida Irene Bor Galvez, de 27 años de edad, de origen guatemalteco, embarazada y con dolores de parto, fue rechazada  en el Hospital General de Ixtepec más conocido como  “30 camas”, con el argumento de que tenían una Jornada de Cirugía Vascular, patrocinada por la Secretaría de Salud del Gobierno del Estado de Oaxaca y el Honorable Ayuntamiento Constitucional de Ciudad Ixtepec*.
Inirida, con fuertes dolores de parto,  fue internada  un día antes en ese mismo hospital,  aproximadamente a la 1 de la tarde, quedando bajo observación. Por carecer  de servicios de parto,  según dijeron los médicos, al medio día del día siguiente,  a bordo de una ambulancia de la Regiduría de Salud del Ayuntamiento fue trasladada  al Hospital General Macedonio Benítez Fuentes de Juchitán en donde no la recibieron porque estaba lleno y carecían de camas para su debida atención.
Debido a la negativa de recibirla, es regresada nuevamente al Hospital de Ixtepec en donde también le negaron la atención. La razón era que en el Hospital se estaba llevando a cabo una jornada quirúrgica de varices y el único quirófano con el que contaban estaba ocupado con pacientes programados para dicha jornada. Cuando en  la entrada del lugar se encuentra un cuadro donde se específica que la espera para la atención de embarazadas va de cero a quince minutos y se supone que por política estatal, las mujeres embarazadas tienen prioridad.
La trabajadora social  indica que el traslado en ambulancia tiene un costo, aún cuando Irene cuenta con Seguro Popular, pues es bien sabido que tal servicio únicamente cubre ciertas cuestiones. Personal del albergue le responde que se trata de migrantes de escasos recursos que no tienen la posibilidad de hacer algún pago.

Debido  a la inacción hospitalaria, el Padre Solalinde se intentó comunicar a la oficina del Doctor Germán Tenorio, Secretario de Salud del Estado y no le contestaron. Entonces acudió personalmente a la Jurisdicción Sanitaria de Juchitán donde  fue atendido amablemente por la  secretaria del director.
Como a Irene la tenían en la ambulancia sin poder decidir qué hacer con ella, personal del Albergue por su parte, hizo varias gestiones con la Subdirección General de Servicios de Salud y solicitó la intervención de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, quien de inmediato se acercó  y empezó a  acompañar la situación. En ese instante, se resolvió que la ambulancia del hospital hiciera el traslado de Irene al Hospital de Especialidades de Salina Cruz, donde finalmente sí fue atendida.
Este evento y otros son una muestra más de la ineficacia y las limitaciones del servicio de salud pública del Gobierno del Estado de Oaxaca, donde la poca sensibilidad y falta de presupuesto pone en riesgo la vida de las personas.
Este episodio deja en claro las carencias en planeación y programación en actividades que se empalman, como la Jornada Quirúrgica y el trabajo del parto de Irene. Esto debió haberse previsto y no dejarlo a un punto de emergencia. Faltó coordinación adecuada entre hospital y hospital para que fuera recibida con certeza.
Es lamentable que tratándose de un grupo tan vulnerable y un sector tan maltratado, como el de las mujeres, no se le dé un trato prioritario. Llamamos a las Autoridades del sector salud a hacer más conciencia de las posibilidades que tienen para dar un mejor servicio aunque la carencia de recursos, equipo y personal no favorecen su labor.
Nuestro Albergue reconoce los servicios que han brindado a las personas migrantes, pero también percibimos en algunos casos falta de vocación de servicio. Manifestamos asimismo nuestro deseo de seguir colaborando con este sector, toda vez que el flujo migratorio  no sólo no va a parar, sino que va aumentar, y seguramente va a ser cada vez más demandante.

Albergue de Migrantes Hermanos en el Camino, A.C.
* Alberto Donis Rodríguez*

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