SOMOS MIGRANTES rinde tributo al obispo Raúl Vera López, un soldado de Dios. Es importante informar que precisamente fue don Raúl quien gestionó el terreno, donde ahora se ubica la Casa del Migrante, en Saltillo. Un espacio que bajo la dirección del también sacerdote, Pedro Pantajoa, le ha brindado alimentos y cobijo a unos 80 mil migrantes, durante los 12 años que lleva operando.Por tanto, la comunidad migrante hoy reconoce el Humanismo de este hombre. Acontinuacón, una recopilacón de valiosas expresiones, de quien levanta la voz con la valentía de un profeta…y en tiempos del sexenio de la muerte.
La dinámica de la acumulación genera desigualdades, porque la riqueza de ahora no genera empleos.
La primera violencia que atenta contra la paz es la desigualdad.
La voracidad es la que genera la pobreza y a la vez esto rebeldía, furor, esclavitud. Jesús saca al individuo de esa dinámica de odio.
¿Pero qué tipo de autoridades tenemos? Estamos tratando con representantes de consorcios de empresas. Este Gómez Mont fue abogado del grupo México.
Los bienes de la tierra tienen un destino universal. Por encima de la propiedad privada debe estar el bien común.
Es necesaria la intervención del Estado para que la riqueza no se concentre en unas cuantas manos.
La empresa pública se debe regir por un nivel de asistencia, por el verdadero compartir, dentro de un ambiente de justicia. Todo esto con la participación de una sociedad civil que busca pensar en el otro y con sensibilidad humana.
¿Dónde está la paz?
La paz viene de la justicia
La justicia es un camino necesario para la paz.
La gente sin recursos se contrata con el narco.
¿Han oído hablar de narcos de 45 años?
¿Por qué? Todos son chavitos, no tienen ninguna identidad.
Es mucho más fácil reclutar colaboradores para el terrorismo en los países pobres, porque no tienen esperanza.
Y por eso vemos el culto a la “santa muerte”. Es gente que sabe que va a morir en tres patadas. Viven respirando la muerte cada día. ¿Pues de donde creen que sale tanta furia?
La desigualdad social es el origen profundo de la violencia que estamos viviendo.
Este desprecio de la persona humana, les hace creer que no valen nada.
¿Dónde está la vocación de servicio de nuestros políticos?
¿Y qué espectáculo estamos viendo, ahora en el congreso, con las mujeres que renuncian y se presta a ser utilizadas?
Como podemos ver, el Jeremías de nuestro tiempo no anda perdiendo su tiempo exhibiendo la parafernalia de los prelados que salen en las páginas de sociales echándole agua bendita a los negocios del capitalismo de compadres y exhibiendo su dentadura smile como si la otrora cornucopia flotara sobre un campo de golf a la Sandoval Íñiguez
