EL COCHINITO FINANCIERO CON EL SUDOR DE LOS MOJADOS

POR LUKAS LUKATERO
Quizá es un lugar común hablar sobre el aumento de migrantes centroamericanos cuando las épocas de frío comienzan a decaer, el deshielo prepara las condiciones para arrancar la producción en Estados Unidos. El paso de los trabajadores internacionales inicia para antes del comienzo de la primavera. La idea, ir en busca de un trabajo en una sociedad que ofrezca mejores condiciones de vida. Al oírlo, así de dicho, se escucha como algo bonito, un cambio nunca viene mal a nadie, sobre todo cuando se vive en un país en cual uno puede morir de inanición en cualquier momento. No hay oportunidades y, como humanos, tenemos derecho a buscarlas donde las haya. No quiero adentrarme en la discusión de si salirse o quedarse en su país de origen sea la mejor opción o lo más idóneo. Se deben tomar en cuenta las condiciones de cada país para aportar un punto de vista al respecto. Pero, al final del día, si te quedas o te vas, vives dentro del mismo sistema financiero brutal.

En los últimos días, hemos notado un aumento, mayor al de los años anteriores, en el paso de migrantes centroamericanos por México. El espinazo del diablo carga miles de almas que a la menor distracción son devoradas por las fauces de su peculiar bestialidad. Pero el trabajo no es lo único en aumentar cuando el sol comienza, también se activan los mecanismo fronterizos. Se fortalecen las estrategias de retención y contención de humanos para negarles el acceso a “las mieles” del imperio invasor. Los engranes (sin pretender una mecanicidad), se ajustan a lo dictado explicita e implícitamente en el Plan Mérida. Cada año se nos recuerda con reuniones binacionales, en donde se impone, a nuestro país, la repugnante tarea del trabajo sucio. Tarea escondida bajo el discurso de la seguridad nacional greenga, claro está. Porque claro es también el servilismo de nuestros gobernantes y su cinismo por prostituir nuestra soberanía.

La perversa estrategia del norteño invasor, ejecutada por el gobierno mexicano, se centra en dos flancos: uno institucional, a través de la creación del Instituto Nacional de Migración (INM). Cuerpo policiaco fundado el 19 de octubre de 1993, mes y medio antes de que Carlos Salinas de Gortari, presidente en turno, embarcara al país con el TLCAN. El INM se instaura bajo el objetivo de contener el corredor migratorio centroamericano. Objetivo cumplido año con año hasta la actual fecha, para ellos llegar mes a mes al número de detenciones arbitrarias e ilegales son estrellitas en la frente. Dentro de los personajes con más estrellitas en la frente, encontramos, en primer lugar, a la señora María de las Mercedes Gómez Mont Ureta. La recordamos en su paso por la delegación regional en Oaxaca, donde se consolidó como la mayor represora de migrantes centroamericanos. La señora echó mano de toda la estructura militar-policiaca del Estado para impulsar los más violentos operativos y cumplir los objetivos de retener la migración. Tras su falta de humanidad, deleite de la ganancia, se ganó el reconocimiento de la escoria mayor. Para la inexistente política migratoria mexicana, una persona con estas características debía ser premiada con la fábrica de corruptelas, la Estación Migratoria Siglo XXI, la más grande de América Latina. Obviamente convirtió al Estado de Chiapas en la frontera más represora de la humanidad en la actualidad. Sus métodos se encuentran documentados en imágenes, son brutalmente discriminadores, inhumanos, corruptos, llenos de prepotencia, anticonstitucionales y violadores continuos de los más elementales derechos humanos. Recordemos también, que la señora representa los intereses de la ultraderecha mexicana, intereses concordantes a los del imperio expansionista Yankee. La mandaron estratégicamente a la frontera sur para contener la migración, su objetivo es que ningún centroamericano cruce por el territorio nacional y, con ello, regular el mercado laboral de la USA, como dicen los compañeros centroamericanos.

Por otra parte, el segundo flanco de contención, más perverso que el anterior, es la delincuencia organizada, capacitada y entrenada con los mejores cursos del Ejército Mexicano y de la CIA. Desde hace seis años, la delincuencia tomó por asalto el control de las rutas migrantes, de las plazas por donde los migrantes pasan. Se amalgamó a la perfección con la corrupción endémica heredada por el sistema priísta de México. En contubernio con autoridades municipales, estatales y federales, la delincuencia organizada actúa tanto de manera cínica en lugares públicos, como en lugares aislados, en donde la nada es su mejor cobijo. Las redes de trata de personas, de esclavitud, se tienden a lo largo de la frontera sur. Se especializan en la detención de las mujeres centroamericanas. Secuestradas de sus países de origen, son traídas bajo engaños, vendidas como ganado en los burdeles de Tecún Uman, Cd. Hidalgo, Frontera Comalapa, Tapachula, Huixtla, por toda la frontera, los lupanares contienen la migración centroamericana en contubernio con los tres niveles de gobierno. Miles de centroamericanas son obligadas a trabajar en prostíbulos, enganchadas en una vida de esclavitud y de drogadicción, mundo del que lamentablemente no se pueden escapar. El tránsito de los migrantes es controlado por la delincuencia organizada, la migración centroamericana representa para los grupos delictivos una forma rápida, fácil y segura de generar capital, se apoderan de las remesas a través del secuestro y la extorción de migrantes. Las ganancias son millonarias. Sus redes se expanden hasta centroamerica, dentro de su organización existen antiguos soldados de las fuerzas especiales de Guatemala, los llamados Kaibiles. Se encuentran también estructuras pandilleras de El Salvador y de Honduras.

os delincuentes laboran bajo la venia de las autoridades. En cada pueblo, en cada ciudad, por donde los hermanos centroamericanos pasan, la delincuencia organizada y las autoridades de los tres niveles de gobierno se encuentran en contubernio. Caminan de la mano en la nefasta tarea de la contención migratoria. Son los vigilantes de la frontera del imperio yankee. Cada día lo vemos más nítido. La frontera vertical que conforma México se ve fortalecida por el actuar de dos formas organizativas sin escrúpulos, éstas reproducen el discurso del capital de la mejor manera, la acumulación de recursos y, principalmente, de poder son sus objetivos. En esa reproducción salvaje de las ganancias la humanidad se ha olvidado.

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